La semana pasada, el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, y su compañero de fórmula a la Vicepresidencia, James David Vance, realizaron declaraciones en relación con los cárteles de la droga en México y nuestro Gobierno, durante una entrevista a una cadena de televisión de la Unión Americana.
En la conversación, Trump expresó que los cárteles poseen el control de México, que tienen “petrificado” a su Gobierno y que podrían “tirar” a un presidente en dos minutos. Además, ante el cuestionamiento de si seguía sobre la mesa un bombardeo contra los cárteles en nuestro territorio, respondió que “absolutamente”, si el Gobierno no actuaba contra esos grupos; aunque enseguida añadió: “no lo hará bien [el Gobierno de México] y entraremos en acción”.
Por su parte, el candidato a la Vicepresidencia señaló: “El Gobierno mexicano, aunque no puede decirlo, quiere que el presidente Trump sea enérgico contra los cárteles, porque ese veneno también está desestabilizando a su país; México dejaría de ser un país, se convertiría en un narcoestado, a menos de que nosotros tomemos control del problema”.
Cabe recordar que en 2020 el entonces mandatario Trump preguntó a su secretario de Defensa, Mark Esper, sobre la posibilidad de lanzar misiles a México para destruir los laboratorios de drogas y aniquilar a los cárteles. Así lo afirma el propio exfuncionario en el libro de su autoría Un juramento sagrado.
El presidente López Obrador expresó categóricamente que no se permitirá la intervención de ningún Gobierno extranjero, mucho menos de fuerza armada alguna proveniente del exterior.
El jefe de Estado mexicano indicó también que los políticos estadounidenses utilizan el tema del fentanilo con fines electorales, pero que no se trata de integrantes de la administración del presidente Biden, sino de políticos republicanos.
La Dra. Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, rechazó las declaraciones del candidato Trump y afirmó que nuestro país ha avanzado en la disminución de la inseguridad y que lo hará aún más. Expresó igualmente que “donde se pueda trabajar se trabaja y donde no, pues no lo vamos a hacer; siempre defendiendo la soberanía, porque eso es fundamental”.
Hace unos días fue presentada la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU-junio 2024), a cargo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. En ella se destaca que las y los mexicanos se sienten más seguros que en 2018. De acuerdo con la misma ENSU, la percepción de inseguridad pasó de un 76.8 por ciento en 2018 a un 59 por ciento en 2024.
En forma paralela, el Gobierno de México ha dado importantes pasos en la lucha contra las drogas. En más de cinco años de la actual administración federal, nuestras Fuerzas Armadas decomisaron 8292.3 kilogramos de fentanilo, y aseguraron 2526 laboratorios clandestinos de metanfetaminas, que se traducen en 8606.24 toneladas de producción de esta droga, entre otros logros. Así, queda claro que nuestro Gobierno no está petrificado, sino actuando en todos los ámbitos, el de seguridad incluido, como lo atestiguan las cifras anteriores.
Los cárteles de la droga no tienen el control del país, lo tienen el Gobierno de México (el cual acata el Estado de derecho), sus instituciones y el pueblo, por vía democrática, como lo demostraron las recientes elecciones.
Ninguna jefa o jefe de Estado mexicano puede ser derribado en dos minutos por grupos de traficantes de droga, porque no existe precedente ni evidencia de que ello siquiera pudiera acontecer y porque, además, tenemos instituciones sólidas, leales y nacionalistas, como nuestras Fuerzas Armadas.
Si la campaña sucia de “narcopresidente” y “narcocandidata” no funcionó, la demagogia electoral de “narcoestado” tampoco lo hará.
La relación entre México y Estados Unidos transita por la cooperación en términos de igualdad y respeto a nuestras mutuas soberanías y leyes, no a través de declaraciones inadmisibles, infundadas e irresponsables,.
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