/ viernes 17 de mayo de 2024

Día Contra la Homofobia y Transfobia

El 17 de mayo 1990 la Asamblea General de la OMS elimina la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas, han pasado 34 años de ese hecho histórico y que los Estados partes firmaron ese tratado internacional comprometiéndose a llevar a cabo acciones legislativas y de políticas públicas para inhibir prácticas de discriminación y violentas contra la población LGBTQ+.

México ocupa el segundo lugar de América Latina en crímenes de odio por homofobia y transfobia, después de Brasil, y Veracruz desde hace siete años ocupa el primer lugar en estos hechos. En ese tiempo, de acuerdo con la Coalición Estatal LGBTTTIQ+, se han registrado 468 crímenes contra personas de la población diversa en el estado; en este 2024 se han registrado ocho.

De acuerdo a la encuesta ENADIS 2021, uno de los hallazgos más preocupantes del informe es que el 26.1 por ciento de la población LGBTQ+ en México ha tenido ideas suicidas en algún momento de su vida. Esta cifra es 230.3 por ciento más alta que la población con orientación sexual o identidad de género (OSIG), derivado de la violencia que viven a lo largo de su vida.

De la población de 18 años y más de la diversidad sexual y de género, el 37.3% refirió haber experimentado al menos una situación de discriminación en los últimos 12 meses. Al desagregar según orientación sexual e identidad de género, 43.7% de las personas con orientación sexual LGB (Lesbianas, Gays y Bisexuales), así como el 27.7% con identidad de género trans manifestaron esta situación. Otro dato importante es que de cinco personas LGBTQ+ que cursa algún grado académico recibe bullyng por homofobia por parte del profesorado y de compañeros de los centros escolares. Como podemos apreciar, la problemática es alarmante y urge su pronta atención.

En ese contexto, en el Día Internacional contra la Homofobia, la Lesbofobia, la Bifobia, la Intersexofobia y la Transfobia 2024, que se conmemora hoy, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) este año lanza el lema denominado “Que nadie quede atrás: igualdad, libertad y justicia para todes”. Una utopía que se persigue desde hace 34 años.

Debo señalar que es verdad que hay muchos pendientes y a seis meses que termine este sexenio, todavía se puede hacer mucho en beneficio de nuestra población. Hay una gran diferencia entre el gobierno anterior y el actual, el 8 de agosto de 2018 el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en México, Jan Jarab, hace un llamado a las autoridades del estado de Veracruz a tomar todas las medidas necesarias para contrarrestar las actitudes homofóbicas y transfóbicas, promoviendo el respeto a la población LGBTQ+ para que ningún caso de violencia y crimen de odio por homofobia y transfobia quede impune, esto debido a la alza de violencia contra nuestra población en los dos años que gobernó el PAN; a dicho comunicado jamás le hicieron caso. El día de hoy, la visibilidad por el respeto es una realidad, no es suficiente pero están los cimientos sólidos para seguir avanzando en la conquista de nuestros derechos.

El 17 de mayo 1990 la Asamblea General de la OMS elimina la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas, han pasado 34 años de ese hecho histórico y que los Estados partes firmaron ese tratado internacional comprometiéndose a llevar a cabo acciones legislativas y de políticas públicas para inhibir prácticas de discriminación y violentas contra la población LGBTQ+.

México ocupa el segundo lugar de América Latina en crímenes de odio por homofobia y transfobia, después de Brasil, y Veracruz desde hace siete años ocupa el primer lugar en estos hechos. En ese tiempo, de acuerdo con la Coalición Estatal LGBTTTIQ+, se han registrado 468 crímenes contra personas de la población diversa en el estado; en este 2024 se han registrado ocho.

De acuerdo a la encuesta ENADIS 2021, uno de los hallazgos más preocupantes del informe es que el 26.1 por ciento de la población LGBTQ+ en México ha tenido ideas suicidas en algún momento de su vida. Esta cifra es 230.3 por ciento más alta que la población con orientación sexual o identidad de género (OSIG), derivado de la violencia que viven a lo largo de su vida.

De la población de 18 años y más de la diversidad sexual y de género, el 37.3% refirió haber experimentado al menos una situación de discriminación en los últimos 12 meses. Al desagregar según orientación sexual e identidad de género, 43.7% de las personas con orientación sexual LGB (Lesbianas, Gays y Bisexuales), así como el 27.7% con identidad de género trans manifestaron esta situación. Otro dato importante es que de cinco personas LGBTQ+ que cursa algún grado académico recibe bullyng por homofobia por parte del profesorado y de compañeros de los centros escolares. Como podemos apreciar, la problemática es alarmante y urge su pronta atención.

En ese contexto, en el Día Internacional contra la Homofobia, la Lesbofobia, la Bifobia, la Intersexofobia y la Transfobia 2024, que se conmemora hoy, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) este año lanza el lema denominado “Que nadie quede atrás: igualdad, libertad y justicia para todes”. Una utopía que se persigue desde hace 34 años.

Debo señalar que es verdad que hay muchos pendientes y a seis meses que termine este sexenio, todavía se puede hacer mucho en beneficio de nuestra población. Hay una gran diferencia entre el gobierno anterior y el actual, el 8 de agosto de 2018 el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en México, Jan Jarab, hace un llamado a las autoridades del estado de Veracruz a tomar todas las medidas necesarias para contrarrestar las actitudes homofóbicas y transfóbicas, promoviendo el respeto a la población LGBTQ+ para que ningún caso de violencia y crimen de odio por homofobia y transfobia quede impune, esto debido a la alza de violencia contra nuestra población en los dos años que gobernó el PAN; a dicho comunicado jamás le hicieron caso. El día de hoy, la visibilidad por el respeto es una realidad, no es suficiente pero están los cimientos sólidos para seguir avanzando en la conquista de nuestros derechos.