Es deseable que con el relevo de presidente-presidenta en el Poder Ejecutivo se dé un cambio sobre las perspectivas de la educación en México. Las nuevas generaciones de estudiantes de todos los niveles educativos deben y merecen transitar por caminos que permitan capturar la libertad de pensamiento del ser humano de otra manera a la que ha promovido la Nueva Escuela Mexicana, donde los contenidos de los programas y textos tienden al resentimiento, a la división de los grupos sociales, a la imposición de una ideología que niega la democracia.
La educación es un activo no solo por su valor intrínseco, sino también porque proporciona habilidades a las personas y actúa como un indicador de estas habilidades. Como resultado, la inversión en educación produce altos rendimientos en el futuro (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE 2020). El objetivo de los Estados es, por tanto, poder ofrecer a su ciudadanía la posibilidad de conseguir una educación de calidad que fomente la movilidad social, por lo que uno de los retos fundamentales de todos los países en la actualidad es eliminar las desigualdades en el acceso a las oportunidades de aprendizaje. (Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, Madrid, 2024)
Los retos para México son multifactoriales, cabe citar a “Education at a Glande”, que en septiembre dio a conocer sobre el estado de la educación en el mundo. Proporciona datos sobre la estructura, las finanzas y el rendimiento de los países de la OCDE, los países en vías de adhesión y los países asociados. La edición de 2024 se centra en la equidad e investiga cómo el progreso a través de la educación y los resultados asociados del aprendizaje y el mercado laboral se ven afectados por dimensiones como el género, la situación socioeconómica y la ubicación regional.
Además, abordó el acceso, participación y progresión en la educación; los recursos financieros invertidos en educación; y los profesores, el entorno de aprendizaje y la organización de las escuelas. En esta ocasión dedica un capítulo específico al Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 sobre educación, que proporciona una evaluación de la situación de la OCDE, los países en proceso de adhesión y sus socios a la hora de brindar igualdad de acceso a una educación de calidad en todos los niveles.
Al tratar las condiciones de la educación en México señala el acceso y participación en la educación donde solo el 68% de los jóvenes de 15 a 19 años están inscritos en los servicios educativos, con variaciones regionales significativas. Los adultos sin educación secundaria enfrentan peores resultados sociales y laborales. Marca el 42% de los jóvenes de 25 a 34 años que no tienen educación secundaria.
Por otro lado, expone el gasto anual por estudiante en México que es significativamente menor que el promedio de los países de la OCDE, 3,513 dólares en comparación a otros con 14,209 dólares. También la condición del gasto en educación como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) que ha disminuido del 5.1 al 4.2% (2021). Al hablar sobre las condiciones laborales de los docentes, los salarios de los maestros en México son más bajos que el promedio de países de la OCDE. El informe destaca a los maestros de secundaria quienes deben enseñar más horas al año (988 horas) en comparación con el promedio de la OCDE (706 horas), lo que afecta su motivación y desempeño. Respecto a la desigualdad de género, aunque las mujeres tienen mejores resultados educativos que los hombres, enfrentan peores resultados en el mercado laboral, especialmente en términos de empleo y salarios.
No obstante que hay avances educativos otros retos apuntan a las pruebas internacionales. En la Prueba Pisa, México se ubicó en el lugar 51, superado por países como Kazajistán, Mongolia, Bulgaria, Moldavia y Uruguay. Esto indica que los estudiantes mexicanos tienen un rendimiento inferior en áreas clave como matemáticas, lectura y ciencias.
La calidad de la educación varía ampliamente y muchos estudiantes no alcanzan niveles adecuados de competencia en las áreas clave que se señalaron. Aunque el desempeño de los estudiantes mexicanos aún necesita mejorar, ha habido incrementos en los puntajes de matemáticas y ciencias en los últimos años. México presenta una mayor desigualdad educativa en comparación con el promedio de los países de América Latina y el mundo. Las diferencias en el acceso a la educación, los recursos didácticos y la infraestructura educativa son significativas. En comparación con otros países latinoamericanos, México se encuentra por debajo de Costa Rica, Brasil, Colombia y Perú, en términos de acceso y participación en la educación.
Como se dijo, hay grandes disparidades en el acceso y la calidad de la educación entre las diferentes regiones del país. Las zonas rurales y las comunidades indígenas suelen tener menos recursos y peores resultados educativos.
Educación Futura: recientemente la presidenta dio a conocer su proyecto educativo: Continuar el modelo educativo de la Nueva Escuela Mexicana y los libros de texto gratuitos y profundizar la educación científica, humanista y de valores. El magisterio nacional seguirá siendo reconocido por su noble tarea. Construir un nuevo sistema de contratación, promoción y permanencia que garantice el derecho a la educación, los derechos laborales y evite cualquier forma de corrupción, opacidad y conflicto de interés.
Seguirá el programa la Escuela es Nuestra y ahora vamos también a las escuelas de educación media superior. El horario de las escuelas primarias se irá extendiendo gradualmente para enseñar educación física y artística. Se propone hacer de las escuelas primarias públicas espacios de prevención de la salud, incluyendo la salud mental, la prevención de las adicciones, la salud bucal, y el programa visualiza tus sueños que consiste en exámenes de la vista y lentes gratuitos a quienes lo necesiten. Fortalecer la Educación Media Superior. El objetivo es que todos los que salen de secundaria tengan un espacio para continuar con sus estudios y que no abandonen la escuela. “Ya hemos avanzado mucho, todos tienen beca, sin embargo, algunos salen de la secundaria, pero la preparatoria les queda lejos o la abandonan”.
La presidenta destacó la eliminación del examen de admisión a escuelas de nivel medio superior que organiza anualmente la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems). Aumentar el número de universidades. Ampliar y fortalecer las Universidades del Bienestar Benito Juárez y hacer nacionales la Universidad Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud que estableció como jefa de Gobierno en la Ciudad de México.
“Nuestro objetivo es ampliar al menos 300 mil espacios más. De joven luché por la educación como un derecho; como jefa de Gobierno promoví becas, nuevas preparatorias y universidades; como presidenta ampliaré los espacios educativos y promoveré la gratuidad de la educación media superior y superior públicas. La educación es un derecho, no es un privilegio de unos cuantos, ni una mercancía”.
Expresó: Haremos de México una potencia científica y de la innovación. Apoyar las ciencias básicas, naturales, sociales y las humanidades. Lanzar el programa de desarrollo tecnológico que llamamos Innovación para el desarrollo nacional. Produciremos el “Olinia”, que significa moverse en náhuatl, un pequeño auto de acceso popular 100% eléctrico, 100% diseñado por jóvenes mexicanas y mexicanos y 100% ensamblado en México (…) Produciremos drones de bajo costo y alta eficiencia; equipos de telecomunicaciones cifrados”. Para terminar con la vida sedentaria apoyará el deporte comunitario, impulsará los semilleros deportivos y a los deportistas de alto rendimiento. Hasta aquí lo que abordó “Education at a Glande” y la propuesta de política educativa por venir de Claudia Sheinbaum. Esperemos resultados.