La semana pasada, nuevamente Morena y aliados siguen rebasando las expectativas, que pueden seguir haciendo las cosas todavía más mal, porque aprobaron un proyecto de reforma que evidencia un grave retroceso en materia de derechos humanos.
Sin duda es una amenaza directa al equilibrio de poderes y los derechos humanos de los ciudadanos, porque le están entregando todo el poder al Ejecutivo hasta para modificar la Constitución, y solo demuestran que para Morena ya no habrá división de poderes.
Y si eso no fue suficiente, después de que una jueza le ordenara a la presidenta de la República que eliminará del Diario Oficial de la Federación (DOF), la publicación en torno a la reforma al Poder Judicial aprobada, ella envió una consulta para que desde el Legislativo le dijera si retiraba o no del DOF dicha reforma.
En un hecho sin precedente, su mayoría espuria en el Senado aprobó que la presidenta Claudia Sheinbaum desacate una orden judicial, y decidieron que la Reforma al Poder Judicial no se baje del Diario Oficial de la Federación (DOF) tras su publicación.
Presenciamos un acto inédito, por la manera tan descarada de cómo el Ejecutivo federal subordinó a uno de los poderes del Estado para sus caprichos y caer en un verdadero desacato y ver cómo, al estilo de Poncio Pilatos, le lavaron las manos a la Presidenta.
Estos días hemos visto y vivido terribles momentos para el Estado constitucional y la división de poderes, que han sido los grandes pilares de nuestra democracia.
Vimos cómo una Presidenta autoritaria quiere desaparecer de un plumazo la división de poderes; cómo el cumplimiento de una resolución judicial se puso a consulta política; ahora eso harán los ciudadanos, someter a consulta si respetan la ley o no.
Morena nuevamente olvida y sigue deshojando la Constitución, y no quiso recordar que vivimos en un país democrático (todavía) donde existe la independencia de los poderes y la obligación de todos los órganos del Estado de acatar las resoluciones judiciales.
Pero a partir de que aprueben su “supremacía constitucional”, estará en juego todo, porque Morena que llegó al poder por la democracia ahora la está desmantelando para quedarse en él y cerrar la puerta a cualquiera que busque una alternativa.
Y estamos ante la dictadura perfecta, porque dicha iniciativa la promovieron los coordinadores de Morena, en el Senado y en la Cámara de Diputados, así como los presidentes de la mesa directiva de ambas cámaras, y especialistas en el tema ya también dijeron que los diputados y senadores no pueden presentar iniciativas conjuntamente ante cualquiera de las dos Cámaras del Congreso; su derecho o facultad de iniciativa solo pueden ejercerlo ante su propia Cámara, pero ni eso los detuvo.
Estamos ante un completo autoritarismo, donde el Estado es la presidenta de la República, y solo ella tiene el poder de desafiar la división de poderes, y acribillar los derechos humanos, incluso el de los más de 30 millones de mexicanos que votaron por ella.
*Diputado federal. PAN