/ viernes 22 de noviembre de 2024

Hacia un Sistema Estatal de Cuidados en Veracruz

La creación de un Sistema Estatal de Cuidados en Veracruz representa una oportunidad para enfrentar uno de los problemas estructurales que más afecta a las familias, especialmente a las mujeres. La labor de cuidados, que abarca desde el cuidado de niños y adultos mayores hasta la atención de personas con discapacidad, recae desproporcionadamente en las mujeres, quienes dedican gran parte de su tiempo a estas actividades sin recibir compensación ni reconocimiento.

Este trabajo no remunerado no solo limita las oportunidades laborales y educativas para ellas, sino que también repercute en el bienestar y desarrollo de toda la sociedad.

Un Sistema Estatal de Cuidados buscaría establecer una red de apoyo que distribuya de manera más equitativa la carga de estas labores. Esta iniciativa permitiría a las personas que dedican su tiempo al cuidado tener acceso a servicios y recursos que alivien su carga y les brinden alternativas. La experiencia en otros países y entidades que han implementado sistemas de cuidado demuestra que este tipo de políticas no solo mejora la calidad de vida de quienes realizan estas labores, sino que también impulsa el crecimiento económico, al permitir la participación laboral de quienes, hasta ahora, están limitados por estas responsabilidades.

Para que el sistema sea efectivo en Veracruz, es fundamental que incluya varios componentes clave. Primero, se necesita infraestructura de cuidados mediante la creación y fortalecimiento de centros de atención, guarderías, estancias infantiles y servicios de cuidado para adultos mayores. Esto permitiría que las personas tengan un lugar seguro y confiable donde sus familiares puedan recibir atención adecuada, lo que a su vez les brindaría libertad para integrarse al mercado laboral, continuar con sus estudios o desarrollar actividades personales.

Otro componente importante es la capacitación y certificación para cuidadores. Muchas de las personas que actualmente realizan labores de cuidado carecen de capacitación formal, lo que afecta tanto su bienestar como el de quienes reciben los cuidados. Un sistema de cuidados debería incluir programas de capacitación y certificación para los cuidadores, tanto familiares como profesionales. Además de mejorar la calidad del servicio, esto abriría una oportunidad para profesionalizar el trabajo de cuidados y permitiría que quienes lo realizan obtengan ingresos dignos.

Para reconocer la labor de cuidado no remunerada, el sistema podría incluir un esquema de subsidios y apoyos económicos para personas que se dedican al cuidado en sus hogares, especialmente en situaciones de vulnerabilidad económica. Esto no solo sería un acto de justicia para quienes realizan estas labores, sino que también contribuiría a reducir la pobreza y mejorar la economía familiar en el estado.

Un Sistema Estatal de Cuidados en Veracruz también debe contemplar políticas laborales que permitan a los trabajadores disponer de tiempo y recursos para el cuidado de sus familiares. Esto incluye permisos de maternidad y paternidad extendidos, horarios flexibles y la posibilidad de trabajo remoto en casos específicos. Este tipo de políticas ayudaría a que las personas puedan balancear su vida laboral y sus responsabilidades de cuidado, sin verse forzadas a abandonar el empleo o reducir su jornada.

Finalmente, un componente fundamental es la promoción de un cambio cultural en el que la responsabilidad del cuidado sea entendida como una tarea compartida entre hombres y mujeres. Esto implica campañas de concientización sobre la corresponsabilidad en el cuidado, así como la inclusión de esta perspectiva en la educación desde edades tempranas. Al cambiar las normas sociales y culturales que asocian el cuidado exclusivamente con las mujeres, se puede avanzar hacia una sociedad más equitativa en la distribución de estas responsabilidades.

Para lograrlo, es fundamental la voluntad política de los legisladores y del gobierno estatal. Esta es una de las demandas más urgentes de las familias veracruzanas, y es tiempo de que se traduzca en políticas concretas que reconozcan la importancia de los cuidados como un pilar para el desarrollo y el bienestar de nuestra sociedad.

La creación de un Sistema Estatal de Cuidados en Veracruz representa una oportunidad para enfrentar uno de los problemas estructurales que más afecta a las familias, especialmente a las mujeres. La labor de cuidados, que abarca desde el cuidado de niños y adultos mayores hasta la atención de personas con discapacidad, recae desproporcionadamente en las mujeres, quienes dedican gran parte de su tiempo a estas actividades sin recibir compensación ni reconocimiento.

Este trabajo no remunerado no solo limita las oportunidades laborales y educativas para ellas, sino que también repercute en el bienestar y desarrollo de toda la sociedad.

Un Sistema Estatal de Cuidados buscaría establecer una red de apoyo que distribuya de manera más equitativa la carga de estas labores. Esta iniciativa permitiría a las personas que dedican su tiempo al cuidado tener acceso a servicios y recursos que alivien su carga y les brinden alternativas. La experiencia en otros países y entidades que han implementado sistemas de cuidado demuestra que este tipo de políticas no solo mejora la calidad de vida de quienes realizan estas labores, sino que también impulsa el crecimiento económico, al permitir la participación laboral de quienes, hasta ahora, están limitados por estas responsabilidades.

Para que el sistema sea efectivo en Veracruz, es fundamental que incluya varios componentes clave. Primero, se necesita infraestructura de cuidados mediante la creación y fortalecimiento de centros de atención, guarderías, estancias infantiles y servicios de cuidado para adultos mayores. Esto permitiría que las personas tengan un lugar seguro y confiable donde sus familiares puedan recibir atención adecuada, lo que a su vez les brindaría libertad para integrarse al mercado laboral, continuar con sus estudios o desarrollar actividades personales.

Otro componente importante es la capacitación y certificación para cuidadores. Muchas de las personas que actualmente realizan labores de cuidado carecen de capacitación formal, lo que afecta tanto su bienestar como el de quienes reciben los cuidados. Un sistema de cuidados debería incluir programas de capacitación y certificación para los cuidadores, tanto familiares como profesionales. Además de mejorar la calidad del servicio, esto abriría una oportunidad para profesionalizar el trabajo de cuidados y permitiría que quienes lo realizan obtengan ingresos dignos.

Para reconocer la labor de cuidado no remunerada, el sistema podría incluir un esquema de subsidios y apoyos económicos para personas que se dedican al cuidado en sus hogares, especialmente en situaciones de vulnerabilidad económica. Esto no solo sería un acto de justicia para quienes realizan estas labores, sino que también contribuiría a reducir la pobreza y mejorar la economía familiar en el estado.

Un Sistema Estatal de Cuidados en Veracruz también debe contemplar políticas laborales que permitan a los trabajadores disponer de tiempo y recursos para el cuidado de sus familiares. Esto incluye permisos de maternidad y paternidad extendidos, horarios flexibles y la posibilidad de trabajo remoto en casos específicos. Este tipo de políticas ayudaría a que las personas puedan balancear su vida laboral y sus responsabilidades de cuidado, sin verse forzadas a abandonar el empleo o reducir su jornada.

Finalmente, un componente fundamental es la promoción de un cambio cultural en el que la responsabilidad del cuidado sea entendida como una tarea compartida entre hombres y mujeres. Esto implica campañas de concientización sobre la corresponsabilidad en el cuidado, así como la inclusión de esta perspectiva en la educación desde edades tempranas. Al cambiar las normas sociales y culturales que asocian el cuidado exclusivamente con las mujeres, se puede avanzar hacia una sociedad más equitativa en la distribución de estas responsabilidades.

Para lograrlo, es fundamental la voluntad política de los legisladores y del gobierno estatal. Esta es una de las demandas más urgentes de las familias veracruzanas, y es tiempo de que se traduzca en políticas concretas que reconozcan la importancia de los cuidados como un pilar para el desarrollo y el bienestar de nuestra sociedad.