/ viernes 19 de julio de 2024

Hacia una agenda nacional feminista

La creación de una agenda nacional feminista es una tarea urgente y vital en el contexto actual de nuestro país. Las mujeres hemos luchado durante décadas para obtener derechos que hoy se consideran fundamentales, pero aún enfrentamos desafíos significativos que impiden la plena realización de nuestra igualdad. En este sentido, es imperativo abordar varios temas clave que pueden impulsar un cambio real y sostenido.

Uno de los aspectos más cruciales es el desarrollo económico sostenible con perspectiva de género. Las políticas y prácticas económicas deben diseñarse para asegurar que las mujeres tengan igualdad de oportunidades en todos los sectores. Esto no solo implica eliminar las barreras existentes, sino también promover activamente la participación equitativa de las mujeres en el ámbito económico. Un desarrollo económico inclusivo no solo beneficia a las mujeres, sino que fortalece la economía en su conjunto, creando sociedades más justas y prósperas.

El liderazgo social y la agenda sostenible son otros pilares fundamentales. Fomentar el liderazgo de las mujeres es esencial para asegurar que nuestras voces y perspectivas sean integradas en las decisiones y políticas públicas. La participación de las mujeres en posiciones de liderazgo no es solo una cuestión de justicia, sino también de eficacia. Las investigaciones han demostrado que las organizaciones y gobiernos con liderazgo inclusivo tienden a ser más innovadores y efectivos en la resolución de problemas.

Además, debemos enfocarnos en la progresividad y el respeto a los derechos humanos de las mujeres. Esto significa garantizar que todos los derechos de las mujeres sean respetados y promovidos, y que se aborden todas las formas de violencia y discriminación que enfrentan. La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más prevalentes y devastadoras. Necesitamos políticas integrales que no solo protejan a las mujeres, sino que también trabajen para prevenir la violencia desde sus raíces, a través de la educación y el cambio cultural.

En este esfuerzo, los colectivos de mujeres juegan un papel crucial. El colectivo 50 más 1, integrado por mujeres líderes como María Elena Orantes, presidenta internacional, y Claudia Corichi García, presidenta nacional, ha sido fundamental en la unificación de mujeres en su pluralidad, respetando la individualidad y fortaleciendo el respeto mutuo entre sus integrantes. Este colectivo destaca por su capacidad de construir una visión común y buscar fortalecer los lazos con más mujeres.

En Veracruz, como presidenta de este maravilloso colectivo, estamos comprometidas con esta visión y trabajamos para crear alianzas con más mujeres, apoyándonos en el liderazgo de destacadas figuras nacionales como Gabriela Jiménez, Mariana Gómez del Campo, Kenia López, Indira Kempis, Diva Gastélum, Claudia Trujillo, Amalia García, Rocío Abreu, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, entre otras mujeres muy destacadas. Nombrarlas es un principio del feminismo, reconociendo su valiosa contribución y liderazgo.

Desde nuestro colectivo, esta visión se construye desde lo local, con destacadas abogadas, periodistas, empresarias alcaldesas como Patricia Lobeira, entendiendo que no hay fronteras cuando se trata de la causa común de las mujeres. La fuerza de nuestro movimiento radica en nuestras coincidencias y en el trabajo conjunto para alcanzar la igualdad y el respeto pleno de los derechos de todas las mujeres.

No estamos solas en esta lucha; cada una de nosotras aporta una perspectiva única y valiosa que enriquece nuestro esfuerzo colectivo. La solidaridad y la colaboración entre mujeres de diferentes ámbitos y regiones son fundamentales para avanzar hacia un futuro más equitativo.

Impulsando la agenda nacional feminista es una necesidad imperiosa para garantizar que las mujeres vivan libres de violencia y discriminación, y que puedan participar plenamente en todos los aspectos de la vida pública. Este es un llamado a todas las mujeres y a todos aquellos que creen en la justicia y la igualdad, a unir fuerzas y trabajar juntos hacia un cambio duradero. Solo a través de la acción conjunta y decidida podremos construir un país donde todas las mujeres puedan vivir con dignidad, respeto y oportunidades plenas. Soy totalmente 50 más 1.

La creación de una agenda nacional feminista es una tarea urgente y vital en el contexto actual de nuestro país. Las mujeres hemos luchado durante décadas para obtener derechos que hoy se consideran fundamentales, pero aún enfrentamos desafíos significativos que impiden la plena realización de nuestra igualdad. En este sentido, es imperativo abordar varios temas clave que pueden impulsar un cambio real y sostenido.

Uno de los aspectos más cruciales es el desarrollo económico sostenible con perspectiva de género. Las políticas y prácticas económicas deben diseñarse para asegurar que las mujeres tengan igualdad de oportunidades en todos los sectores. Esto no solo implica eliminar las barreras existentes, sino también promover activamente la participación equitativa de las mujeres en el ámbito económico. Un desarrollo económico inclusivo no solo beneficia a las mujeres, sino que fortalece la economía en su conjunto, creando sociedades más justas y prósperas.

El liderazgo social y la agenda sostenible son otros pilares fundamentales. Fomentar el liderazgo de las mujeres es esencial para asegurar que nuestras voces y perspectivas sean integradas en las decisiones y políticas públicas. La participación de las mujeres en posiciones de liderazgo no es solo una cuestión de justicia, sino también de eficacia. Las investigaciones han demostrado que las organizaciones y gobiernos con liderazgo inclusivo tienden a ser más innovadores y efectivos en la resolución de problemas.

Además, debemos enfocarnos en la progresividad y el respeto a los derechos humanos de las mujeres. Esto significa garantizar que todos los derechos de las mujeres sean respetados y promovidos, y que se aborden todas las formas de violencia y discriminación que enfrentan. La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más prevalentes y devastadoras. Necesitamos políticas integrales que no solo protejan a las mujeres, sino que también trabajen para prevenir la violencia desde sus raíces, a través de la educación y el cambio cultural.

En este esfuerzo, los colectivos de mujeres juegan un papel crucial. El colectivo 50 más 1, integrado por mujeres líderes como María Elena Orantes, presidenta internacional, y Claudia Corichi García, presidenta nacional, ha sido fundamental en la unificación de mujeres en su pluralidad, respetando la individualidad y fortaleciendo el respeto mutuo entre sus integrantes. Este colectivo destaca por su capacidad de construir una visión común y buscar fortalecer los lazos con más mujeres.

En Veracruz, como presidenta de este maravilloso colectivo, estamos comprometidas con esta visión y trabajamos para crear alianzas con más mujeres, apoyándonos en el liderazgo de destacadas figuras nacionales como Gabriela Jiménez, Mariana Gómez del Campo, Kenia López, Indira Kempis, Diva Gastélum, Claudia Trujillo, Amalia García, Rocío Abreu, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, entre otras mujeres muy destacadas. Nombrarlas es un principio del feminismo, reconociendo su valiosa contribución y liderazgo.

Desde nuestro colectivo, esta visión se construye desde lo local, con destacadas abogadas, periodistas, empresarias alcaldesas como Patricia Lobeira, entendiendo que no hay fronteras cuando se trata de la causa común de las mujeres. La fuerza de nuestro movimiento radica en nuestras coincidencias y en el trabajo conjunto para alcanzar la igualdad y el respeto pleno de los derechos de todas las mujeres.

No estamos solas en esta lucha; cada una de nosotras aporta una perspectiva única y valiosa que enriquece nuestro esfuerzo colectivo. La solidaridad y la colaboración entre mujeres de diferentes ámbitos y regiones son fundamentales para avanzar hacia un futuro más equitativo.

Impulsando la agenda nacional feminista es una necesidad imperiosa para garantizar que las mujeres vivan libres de violencia y discriminación, y que puedan participar plenamente en todos los aspectos de la vida pública. Este es un llamado a todas las mujeres y a todos aquellos que creen en la justicia y la igualdad, a unir fuerzas y trabajar juntos hacia un cambio duradero. Solo a través de la acción conjunta y decidida podremos construir un país donde todas las mujeres puedan vivir con dignidad, respeto y oportunidades plenas. Soy totalmente 50 más 1.