Mi siguiente columna para Diario de Xalapa, El Sol de Orizaba y El Sol de Córdoba, la del miércoles 6 de noviembre, narrará la victoria de la demócrata Kamala Harris, o la del republicano Donald Trump.

La que está usted leyendo solo refiere los prolegómenos de una elección presidencial, que no solo tendrá consecuencias para los Estados Unidos y su población, sino para el mundo entero.

El próximo martes 5, casi 240 millones de estadounidenses tienen cita con las urnas, en aquella nación norteamericana, para elegir entre una mujer, que es la actual vicepresidenta de ese país, o por la reelección del que fue presidente en el periodo 2017-2021, aunque no serán esos 240 millones los que determinarán, de manera directa, el triunfo o la derrota de Harris o Trump, sino 538 electores o delegados que representan a los estados, y son los que eligen al candidato o candidata vencedor.

Lo explico: Esto se debe al sistema de democracia indirecta que existe en Estados Unidos, constituido por un organismo denominado Colegio Electoral, integrado por 538 delegados que representan a los 50 estados y un distrito federal, en la proporción de sus electores, es decir, California que es el más grande en población, aporta 54 delegados, Texas 40, Florida 30, Nueva York 28, mientras los más pequeños como Alaska, Wyoming, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Delaware, distrito de Columbia (donde está la capital Washington), y Vermont solo 3 cada uno.

Es decir, si Kamala Harris gana en el estado de California, con el voto directo de esa población, se lleva los 54 delegados, y si Donald Trump triunfa en Texas, como es probable que así suceda, ganará también el voto en el colegio electoral de los 40 delegados, de tal suerte que quien sume 270 delegados, será el próximo presidente o presidenta de los Estados Unidos de Norteamérica.

Hasta ahora, y de acuerdo a las proyecciones (encuestas) más serias, así como a la fidelidad electoral de los estados que integran a EU, hacia el partido demócrata o republicano, Harris tiene asegurados unos 226 votos, mientras que Trump 219, disputándose en consecuencia 93 votos repartidos en 7 estados, denominados por los politólogos como estados columpio, ya que de acuerdo a la votación que arrojen a favor de una o del otro, podrían cambiar el sentido de la votación mayoritaria, como aconteció con George Bush en el año 2000, quien perdió con Al Gore que obtuvo 50,999,000 votos del pueblo, mientras que él sacó 545 mil votos menos, pero logró 271 votos del Colegio Electoral, y fue el presidente de los Estados Unidos.

Lo mismo aconteció con Donald Trump en 2016 frente a la candidata Hillary Clinton, quien a pesar de que logró 2.8 millones de votos directos más que Trump, no logró ganar en los estados columpio (Michigan-Pennsylvania y Wisconsin), y los votos de los delegados fueron para el millonario constructor que se alzó con la victoria en el Colegio Electoral, y fue presidente de USA.

Los estados péndulos, bisagra o columpio son Pennsylvania, que aporta 19 delegados; Georgia, que aporta 16; Carolina del Norte (16), Michigan (15), Arizona (11); Wisconsin (10) y Nevada (6), de allí que, en estos últimos días, previos al martes 5, veamos a los dos candidatos visitarlos una y otra vez, porque en ellos esta su posibilidad de reelegirse (Trump), o de convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos. Si Kamala consigue en estos estados 44 votos, hará historia en su país y en el mundo.

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