/ viernes 2 de agosto de 2024

Infancia plena, ¿privilegio o derecho?

Existe una especie de idea popular de que la infancia es la mejor etapa de una persona: no hay responsabilidades, no hay presiones, no hay agobios; todo es juegos, risas, amor familiar y felicidad…Pero esta idea generalizada, no es cierta.

La violencia, el abuso sexual, el trabajo infantil, corrupción de menores, secuestroafectan a niñas, niños y adolescentes del país. Además de ello, las pobrezas y desigualdades estructurales, que propicia este sistema neocapitalista, también inciden directamente en su calidad de vida, acceso a la educación, a la salud, al juego y la recreación.

Se tiende a romantizar la infancia y con ello hay un cierto abandono de ella. Siguen faltando políticas públicas a favor de las infancias y adolescencias, capacitación de cuidadores y familias, leyes y penalizaciones más severas para delitos contra las infancias y adolescencias, pero más que nada, urge un sistema que los deje de ver como mano de obra, como un potencial peón que debe ser adiestrado, como un ser viviente sin derechos, sin voz ni voto, al que se le mira de soslayo.

Los derechos de las niñas, niños y adolescentes en realidad tienen poco en el ideario político de los países, esto si tomamos en cuenta que fue apenas en 1989 cuando fue aprobada por la Asamblea General de la ONU la Convención sobre los Derechos del Niño, que establece una serie de medidas para velar por el bienestar superior de los infantes y adolescentes.

México se suscribió a esta convención en 1990 y son casi 200 los países sumados a él, al menos, en el papel, porque cuando vemos el panorama actual, a casi 35 años de esa convención, vemos que es letra muerta, y las infancias y adolescencias siguen estando bajo el abandono social y la explotación.

De acuerdo con los datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) de este año, en el país los delitos contra infantes y adolescentes van en aumento en comparación a 2023. Al comparar el primer semestre del año de 2023 con el de 2024 nos encontramos que son siete los delitos que más se dan contra los infantes y adolescentes: Corrupción de menores, que subió 8.13 por ciento; feminicidios, 15.78 por ciento; homicidios, 2.71 por ciento; lesiones, 4.61 por ciento; rapto, 28 por ciento; secuestro, 17.6 por ciento, y tráfico de niñez y adolescencia, 900 por ciento.

El año pasado el país registró 20 mil 585 niñas, niños y adolescentes atendidos en hospitales por violencia familiar, y a 9 mil 802 niñas, niños y adolescentes atendidos en hospitales por violencia sexual.

De enero a junio de este año, en Veracruz se han registrado 20 denuncias por el delito de corrupción de menores, 11 por delitos que atentan contra la vida y la integridad, tres menores fueron víctimas de secuestro, dos de feminicidio y uno de rapto. En general, con mil 304 infantes y adolescentes víctimas de diversos tiposde delitos, la entidad es la cuarta del país más peligrosa para las niñas, niños y adolescentes. (Puede revisar el reporte completo en: https://blog.derechosinfancia.org.mx/2024/07/10/delitos-contra-ninas-ninos-y-adolescentes-en-mexico-a-junio-de-2024/).

Tener infancia y adolescencia plenas, con oportunidades de desarrollo psicosocial y emocional, con acceso a la educación, con acceso a la alimentación suficiente y sana, con acceso a la atención médica, a tener, pues, una vida libre de violencias y sí con amor y alegría, resulta un privilegio.

Urge un sistema que los priorice y los ponga al centro de las decisiones y políticas públicas; urge también un cambio de mentalidad respecto a la importancia de la infancia y adolescencia. Al tiempo de empujar a los gobiernos a tomar medidas, hay que ir pensando en acciones individuales: ¿cómo nos relacionamos con los infantes y adolescentes que tenemos a nuestro alrededor?, ¿qué opinión tenemos de ellos?, ¿qué importancia les damos?

Escribió José Martí: "Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo”; “un niño que juega, es un adulto que piensa”. Tenemos tarea pendiente y urgente. ¿O usted qué opina?

csanchez@diariodexalapa.com.mx