El pasado 15 de noviembre, la presidenta de la República Claudia Sheinbaum Pardo, emitió un decreto que garantiza la igualdad sustantiva, perspectiva de género, derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y erradicación de la brecha salarial por razones de género.
Poner en marcha ese decreto constituirá uno de los mayores retos para el gobierno federal y las gubernaturas que recién inician en los últimos meses de este año.
Tal es el caso del estado de Veracruz. En unos días inicia la primera gubernatura encabezada por una mujer, lo que ha levantado grandes expectativas, entre otras, derivadas del decreto de la Presidenta.
Como sabemos, junto al Estado de México, Veracruz es una de las dos entidades de la República que cuentan con dos Declaratorias de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, una por feminicidio y otra más por agravio comparado. Está en compás de espera burocrática una tercera, en esta ocasión derivada por la grave crisis de desaparición de mujeres.
Desde 2016, año en que se emitió la primera Alerta por feminicidio, nada se ha hecho y sólo se ha burocratizado la perspectiva de género. El trabajo en territorio y con población directa ha sido el gran ausente; así, las vidas de millones de veracruzanas continúan en riesgo.
Misma situación ha prevalecido respecto a la segunda Alerta; pese a ello, el funcionariado local de mayor rango ha coincidido en distintos momentos al afirmar que este mecanismo implementado por el gobierno federal pueden “levantarse” o interrumpirse dado que el aborto hasta las 12 semanas de gestación es legal en Veracruz desde 2021.
No se menciona que entre los médicos objetores de conciencia, la burocracia y negligencia del servicio de salud de la entidad, las veracruzanas no han podido acceder a la interrupción legal del embarazo.
Nuevamente deben acudir con las acompañantas de aborto, quienes con recursos precarios deben apoyarlas. El cumplimiento de la ley está en sus manos mientras el Estado ha sido omiso. Esto se ha documentado ampliamente, pues diversas investigaciones dan testimonio de ello.
Recientemente la Universidad Veracruzana publicó No olvidamos. Miradas sobre las alertas de violencia de género en Veracruz. Es un libro integrado por diez capítulos que dan cuenta de la situación que guardan estas Alertas en la entidad.
Escrito por activistas, funcionarias, promotoras comunitarias e investigadoras, se expone un recorrido histórico y analítico, así como propuestas concretas para hacer efectivo este mecanismo federal a favor de las mujeres.
Decididas a no olvidar a las víctimas de feminicidio y al agravio que representa limitar nuestro derecho a decidir, hemos escrito este libro. Ha sido a partir del conocimiento que nos brinda la interacción cercana con mujeres de los pueblos originarios de Veracruz, aquellas que habitan el campo y la ciudad de nuestro territorio estatal.
Les invitamos a leer esta obra editada por la Universidad Veracruzana y escrita por 17 autoras feministas de formaciones y trayectorias diversas, que coinciden en la necesidad de hacer evidente lo que se ha hecho costumbre pero que debe erradicarse: las violencias contra las mujeres.
No olvidamos… se presenta este 25 de noviembre, a las 12 del día en la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana. Es importante pronunciarnos en este día por la erradicación de las violencias hacia las mujeres. ¡Acompáñanos!
*Coordinadora del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres. Universidad Veracruzana