Xalapa, Ver.- Como muestra del orgullo veracruzano cientos de bailarines se reunieron en el tercer Jarochódromo. El pueblo mágico de Coatepec fue el escenario perfecto para que jarochos de todas las edades bailaran al son del arpa y la jarana.
Las faldas al vuelo, las peinetas con flores, los mandiles y los abanicos usados por las bailarinas causaron admiración, pero más aún provocó alegría la coordinación de los pasos de baile.
Los jarochos luciendo un traje perfecto, calzado pulcro, sombrero y el tradicional paliacate en el cuello animaron a todos los presentes que decidieron acudir a este encuentro de artistas.
Las calles adoquinadas, las fachadas antiguas y la calidez del pueblo coatepecano hizo de este encuentro un verdadero festejo.
El grupo Tlen Huicani, dirigido por el maestro Alberto de la Rosa, fue el responsable de ambientar el escenario. El sonar de la música iba al par del zapateado de bailarines de todas las edades que se animaron a participar en este tercer encuentro que promete ser cada vez mayor.