/ miércoles 20 de junio de 2018

Wall·E, el gran poema ecologista, cumple diez años de su premiere mundial

Ganadora del Oscar y el Globo de Oro a la mejor película animada

Los Ángeles, EU.- Cada fan tiene su película preferida de Pixar. Puede ser la explosión emocional de Inside out, la nostalgia infantil de Toy Story o las odiseas culinarias de Ratatouille, pero en este listado de honor merece un hueco Wall·E, un gran poema ecologista y vital que ahora cumple 10 años.

Obra maestra de la animación y toda una cumbre artística dentro de la de por sí sobresaliente trayectoria de Pixar, Wall·E celebró su "premiere" mundial el 21 de junio de 2008 en el Greek Theater de Los Ángeles, un estreno que marcó el inicio de una exitosa andadura en los cines de todo el mundo en la que recaudaría 533 millones de dólares.

Ganadora del Oscar y el Globo de Oro a la mejor película animada, Wall·E, dirigida por Andrew Stanton (Buscando a Nemo, 2003), hechizó al público especialmente por sus cuarenta minutos iniciales, un prodigio de expresividad fílmica prácticamente sin diálogos que rendía tributo a la época dorada del cine mudo.

Y eso que el comienzo de la película no era, precisamente, un cuento de hadas, ya que presentaba un futuro con una Tierra abandonada, sepultada bajo toneladas de basura y con tormentas de polvo y altísimos niveles de contaminación que hacían imposible la vida.

El último guardián de ese planeta inerte y nada azul es Wall·E, un pequeño robot que nadie apagó al dejar la Tierra y que se ocupa de almacenar y comprimir los residuos.

Sin embargo, su curiosidad y inquietud, como la de un niño con los ojos como platos, le llevan a la fascinación por cualquier cosa que encuentra: una cinta de VHS, una tostadora, un sujetador o un mechero.

Acompañado por una cucaracha, que es su única amiga en la enorme soledad, Wall·E tiene un gran parecido físico con el protagonista de Short Circuit (1986) y es, en esos primeros y brillantes minutos de la cinta, el perfecto heredero de la chistosa torpeza de Chaplin, el mejor espejo de la tierna melancolía de Buster Keaton.

Pero este robot también es un enamoradizo sin remedio, puesto que de tanto ver escenas del musical Hello, Dolly! (1964) halla al amor de su vida cuando aparece Eva, una moderna y avanzada máquina enviada para encontrar restos de vida en la Tierra y cuyo nombre es una referencia bíblica a la primera mujer, Eva.

Los cortocircuitos de Wall·E no son inmunes al romance y este seguirá a Eve por toda la galaxia hasta una nave espacial donde viven unos humanos que casi han olvidado su condición.

Además del evidente mensaje ecologista del filme, Wall·E también ofrecía una crítica al modo de vida consumista y sedentario del primer mundo, en tanto que mostraba a las personas como seres pegados constantemente a una pantalla, que obtienen cualquier cosa de manera instantánea y sin esfuerzo, y que padecen una obesidad criminal por no dar un paso ni por error.

No resulta difícil en la sociedad actual encontrar ecos de ese hipotético futuro lleno de lujos pero vacío espiritualmente, y tampoco es complicado ver en el sobrepeso de los humanos de Wall·E un camino muy posible para una alimentación dominada por la comida rápida y las grasas.

Más allá de las consignas sobre ecologismo, vida saludable y sostenibilidad, Wall·E también encerraba dulces placeres para los cinéfilos como el homenaje a 2001: A space odyssey (1968) a través de la banda sonora y de un malvado ordenador central.

Todo ello hacía de Wall·E una película que, sin descuidar los mimos al público infantil, apuntaba sus moralejas a los más mayores, tal y como hicieron otras joyas "adultas" de Pixar como Up (2009), Inside out (2015) o Coco (2017).

Y aunque hayan pasado diez años de su estreno, parece que el mensaje verde y lleno de esperanza del largometraje sigue más que vigente, tanto que con Estados Unidos retirado del Acuerdo de París contra el cambio climático quizá sea un momento ideal para organizar un pase privado de Wall·E en la Casa Blanca.

Los Ángeles, EU.- Cada fan tiene su película preferida de Pixar. Puede ser la explosión emocional de Inside out, la nostalgia infantil de Toy Story o las odiseas culinarias de Ratatouille, pero en este listado de honor merece un hueco Wall·E, un gran poema ecologista y vital que ahora cumple 10 años.

Obra maestra de la animación y toda una cumbre artística dentro de la de por sí sobresaliente trayectoria de Pixar, Wall·E celebró su "premiere" mundial el 21 de junio de 2008 en el Greek Theater de Los Ángeles, un estreno que marcó el inicio de una exitosa andadura en los cines de todo el mundo en la que recaudaría 533 millones de dólares.

Ganadora del Oscar y el Globo de Oro a la mejor película animada, Wall·E, dirigida por Andrew Stanton (Buscando a Nemo, 2003), hechizó al público especialmente por sus cuarenta minutos iniciales, un prodigio de expresividad fílmica prácticamente sin diálogos que rendía tributo a la época dorada del cine mudo.

Y eso que el comienzo de la película no era, precisamente, un cuento de hadas, ya que presentaba un futuro con una Tierra abandonada, sepultada bajo toneladas de basura y con tormentas de polvo y altísimos niveles de contaminación que hacían imposible la vida.

El último guardián de ese planeta inerte y nada azul es Wall·E, un pequeño robot que nadie apagó al dejar la Tierra y que se ocupa de almacenar y comprimir los residuos.

Sin embargo, su curiosidad y inquietud, como la de un niño con los ojos como platos, le llevan a la fascinación por cualquier cosa que encuentra: una cinta de VHS, una tostadora, un sujetador o un mechero.

Acompañado por una cucaracha, que es su única amiga en la enorme soledad, Wall·E tiene un gran parecido físico con el protagonista de Short Circuit (1986) y es, en esos primeros y brillantes minutos de la cinta, el perfecto heredero de la chistosa torpeza de Chaplin, el mejor espejo de la tierna melancolía de Buster Keaton.

Pero este robot también es un enamoradizo sin remedio, puesto que de tanto ver escenas del musical Hello, Dolly! (1964) halla al amor de su vida cuando aparece Eva, una moderna y avanzada máquina enviada para encontrar restos de vida en la Tierra y cuyo nombre es una referencia bíblica a la primera mujer, Eva.

Los cortocircuitos de Wall·E no son inmunes al romance y este seguirá a Eve por toda la galaxia hasta una nave espacial donde viven unos humanos que casi han olvidado su condición.

Además del evidente mensaje ecologista del filme, Wall·E también ofrecía una crítica al modo de vida consumista y sedentario del primer mundo, en tanto que mostraba a las personas como seres pegados constantemente a una pantalla, que obtienen cualquier cosa de manera instantánea y sin esfuerzo, y que padecen una obesidad criminal por no dar un paso ni por error.

No resulta difícil en la sociedad actual encontrar ecos de ese hipotético futuro lleno de lujos pero vacío espiritualmente, y tampoco es complicado ver en el sobrepeso de los humanos de Wall·E un camino muy posible para una alimentación dominada por la comida rápida y las grasas.

Más allá de las consignas sobre ecologismo, vida saludable y sostenibilidad, Wall·E también encerraba dulces placeres para los cinéfilos como el homenaje a 2001: A space odyssey (1968) a través de la banda sonora y de un malvado ordenador central.

Todo ello hacía de Wall·E una película que, sin descuidar los mimos al público infantil, apuntaba sus moralejas a los más mayores, tal y como hicieron otras joyas "adultas" de Pixar como Up (2009), Inside out (2015) o Coco (2017).

Y aunque hayan pasado diez años de su estreno, parece que el mensaje verde y lleno de esperanza del largometraje sigue más que vigente, tanto que con Estados Unidos retirado del Acuerdo de París contra el cambio climático quizá sea un momento ideal para organizar un pase privado de Wall·E en la Casa Blanca.

Local

Todo listo para el Gran Sorteo Canaco 2024 en Córdoba

En su trigésima quinta edición, ya se logró la colocación del total de los boletos expedidos

Local

Con venta de productos orgánicos mujeres de la sierra de Zongolica sacan adelante a sus familias

Algunas mujeres se dedican al cuidado de gallinas ponedoras y, aunque no todo el producto que obtienen de ellas se puede decir que es 100% orgánico

Local

Tras 30 años de estar en el olvido edificio del Cine Olimpia será rehabilitado

El inmueble cuenta con denominación de Edificio con Valor Artístico por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura

Local

En Veracruz, música en vivo es amenazada por karaoke y celulares

Este viernes, 22 de noviembre celebran a Santa Cecilia, su patrona, a quien se encomiendan y piden por el eterno descanso de quienes se adelantaron en el camino

Doble Vía

Jorge Reyes, músico con 60 años de trayectoria deleitando a la población en el género ranchero

Jorge Reyes viste en la mayor de las veces de mariachi, sus trajes elegantes solo revelan su trayectoria en el mundo de la música

Cultura

Orquesta Clásica de Orizaba festejará a Santa Cecilia en parroquia San José de Gracia

La misa tiene también como intención pedir por el eterno descanso de quienes fueron parte de la OCO y se adelantaron en el camino