Zongolica, Ver.- Cuauhtémoc Wetzka es un ilustrador originario de Zongolica, reconocido por su trabajo que da voz a las infancias, a la comunidad indígena y a la riqueza de las lenguas originarias.
¿Con qué marcas ha colaborado Cuauhtémoc Wetzka?
Lo mismo ha ilustrado libros de cuentos que hecho carteles, ilustraciones y viñetas para marcas prestigiosas como Google, Apple, Fundación One Drop del Cirque du Soleil y para diversas editoriales; su obra se ha expuesto en países como Argentina, Colombia, Guatemala, España, Francia, Estonia, Eslovaquia, Polonia, Taiwán, Canadá, Turquía y Estados Unidos.
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En el marco de la 33 edición de la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Xalapa 2023, en el Colegio Preparatorio de Xalapa, el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) reconocerá a Cuauhtémoc Wetzka, junto a otros tres artistas y promotores veracruzanos, por su compromiso con la lectura y los pueblos indígenas. El acto, donde también reconocerán a Antonia Vera Salazar, Mardonio Carballo y Judit Vergara Monreal (póstumo), se realizará el viernes 21 de julio a las 17 horas.
La vida en la montaña
Los trazos de Cuauhtémoc Cuaquehua Calixto, su nombre de pila, evocan la vida silvestre, el campo, la montaña; lo onírico y fantástico; lo alegre y misterioso. Su concepción artística, nos cuenta, fue madurando poco a poco a través de los años, pero tiene su origen, allá, en la niñez transcurrida en la sierra de Zongolica.
¿Cómo inició en la ilustración?
Wetzka pasó una buena parte de su infancia en Loma Bonita y Xopilapa, dos comunidades de Tehuipango, un municipio marcado por la alta marginación y perteneciente a la región de las Altas Montañas de Veracruz.
Su madre y padre eran maestros rurales; ella, de preescolar; él, de primaria. Vivían en lo que antes se conocía como la Casa del Maestro, un espacio dentro de la misma escuela donde los profesores que eran asignados a aquellas comunidades podían instalarse Y así lo hizo su familia, así lo hizo él.
Para aquel niño, acostumbrado a vivir con la abuela en el municipio de Zongolica, aquella nueva vida trajo diversos retos; el primero, el lenguaje, pues en la sierra las comunidades son nahuahablantes, pero entre los juegos y el compañerismo de los otros niños y niñas, pronto comenzó a dominar aquella lengua ancestral y a tomar el ritmo de la vida en la montaña.
“La vida en la comunidad se tiende a romantizar, pero yo sí lo vi difícil cuando era niño; estaba acostumbrado a la vida con mi abuela, a mis juguetes y allá no había ni radio; podrá sonar muy banal, pero cuando eres niño no entiendes muchas cosas, ya cuando creces eres capaz de darte cuenta de que había una necesidad, un compromiso social con el trabajo y que todo eso forjó también en mí una sensibilidad y un carácter; y lo vas valorando cuando vas creciendo y hoy yo agradezco haber compartido con mis papás esa experiencia”, indica el ilustrador.
Señala que como todo niño comenzó a dibujar inventando nuevos escenarios que no tenían que ver con su realidad, sino con las caricaturas que veía o las cosas que le interesaban en ese momento: “En las tardes tenía la escuela para mí, para jugar, y tenía la oportunidad de ir al aula de mi mamá y ver los libros, y ver los materiales que tenía y usarlos”.
Y agrega: “Crecí en una comunidad que estaba dentro de estos municipios de alta marginación y es por ello que de adulto digo que trabajo desde la carencia, desde el error, porque crecí en estas comunidades donde no había manera de conseguir materiales o no tantos materiales; entonces tenías que ingeniártelas para poder crear; en este caso cuando era niño inventaba mis herramientas y a partir de ello lo que encontré fue una gama de posibilidades y de recursos que ahora incorporo a mis procesos creativos y los relaciono con los proyectos que me van saliendo y creo que de alguna manera eso le da un sentido también a lo que hago”.
Trabajar con las infancias, convicción
Cuauhtémoc tiene la convicción de que hay que impulsar a las infancias; indica que niñas y niños viven a contracorriente, sin la mirada de la sociedad, de las instituciones e incluso a veces de su misma familia.
“El tema de las infancias es muy complejo, el hecho de que ellas y ellos no tengan espacios y accesos a servicios los limita, por ello visibilizar a las infancias es algo que me ha interesado en todos estos años, y es algo en lo que he podido afianzarme a nivel profesional, y no sólo dentro de un programa de gobierno, sino colaborando con instituciones, escuelas, maestros, promotores culturales, con los que he podido vincularme y plantearles iniciativas que tienen que ver con esta labor o con estas herramientas que nos provee esta disciplina de la ilustración”, explica Wetzka.
Agrega que el imaginario de la niñez no le es ajeno: “Me identifico mucho con sus intereses, con la forma en que ellos ven la vida, y a nivel profesional me interesa cómo aprenden, cómo se relacionan con ciertas dinámicas y ver cómo las herramientas visuales y narrativas les ayudan en su desarrollo emocional, psicológico y sobre todo les ayuda también a expandir su creatividad”.
El ilustrador se encuentra en contacto con niñas, niños y adolescentes, tanto por su labor como tallerista en el Semillero Creativo de Ilustración de Zongolica, como en los diversos espacios donde le invitan a impartir talles solidarios. Esa cercanía le permite desarrollar diversas experiencias educativas para apuntalar la creatividad de los infantes y, además, conocer de cerca lo que sienten y piensan.
“En plática con los muchachos ellos refieren problemas como la violencia, el alcoholismo, la drogadicción, que son cosas que no se dicen de la comunidad; también les atañe los temas ambientales, sobre todo ahora que han sufrido la escasez del agua; son muchos temas los que se deben trabajar y justo de lo que se trata es de que la sociedad sea menos ajena a ellos y a vincularnos con todos los que se pueda en pro de acciones que al final tienen que beneficiar al colectivo”, agrega.
Explica que dada la dinámica social actual es importante vincularse y crear redes con otras personas e iniciativas que también estén trabajando por las infancias.
“A todos nos atañen estos problemas, y estamos en un momento de cambio y de mucha acción, y eso me lo han enseñado los niños, porque a diferencia de cuando nosotros éramos pequeños, ellos ya no viven tan alejados de los problemas que existen, cada vez los niños son más protagonistas y sobre todo porque ellos no ven el futuro tan claro y eso hace que las nuevas generaciones se comprometan un poco más”, considera.
Reconocimiento y charla en Xalapa
Si bien Cuauhtémoc Wetzka no cree en los reconocimientos ni premios, indica que estos ayudan a visibilizar el trabajo que se hace, no sólo a nivel personal, sino para la comunidad o proyecto del que se forme parte.
“Siempre he dicho que trato de ser un puente entre los niños y las instituciones con las que me relaciono por mi labor; y los reconocimientos ayudan también a que los padres de familia de los niños con los que estamos trabajando puedan sensibilizarse y mirar a sus hijos e hijas de otra forma, escucharlos y validar su voz”, puntualiza.
En ese sentido, considera que el reconocimiento que recibirá este viernes 21 de julio a las 17 horas en la preparatoria Juárez, como parte de la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Xalapa 2023, servirá para seguir poniendo en el foco a la creación de infantes y jóvenes de Zongolica.
“Visto a nivel de comunidad, de la región, del municipio, pues me ayuda de alguna manera poder afianzar ciertos trabajos que se vienen haciendo de tiempo atrás y también a manera de sensibilización con las autoridades, con las instituciones que a veces son ajenos a este tipo de ejercicios, de labores, y con este tipo de reconocimientos ellos pudieran darle mayor validez o respaldo a lo que se hace”.
Abunda el ilustrador que validar los derechos culturales de las comunidades y ponerlos al mismo nivel que cualquier cultura y manifestación artística, sigue siendo una tarea pendiente de instituciones y autoridades, y “también de la sociedad, la gente cada vez tiene que ser más consciente de que el arte de las comunidades contribuye en muchos sentidos al país y de manera individual”.
Además del reconocimiento, Cuauhtémoc Wetzka participará el domingo 23 de julio, a las 17 horas, también en la Feria del Libro, en el conversatorio Ilustración para la paz, donde participará con Enrique Ceja.
Para conocer la obra de Wetzka e incluso obtener alguna ilustración de su catálogo, se le puede contactar mediante su Instagram @cuauhtemocwetzka, y también vía correo: twetzka@gmail.com y wipana.estudio@gmail.com
¿Qué reconocimientos ha recibido Cuauhtémoc Wetzka?
En 2015 obtuvo el primer lugar en XXV Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles de Conaculta, el mismo año fue finalista en el Art Contest and Exhibition for Children by Hispanic Artists en las Vegas, Nevada.
En 2017 fue seleccionado en la categoría Mejores carteles impresos como parte de la Bienal de Cartel en México, y en 2018 fue finalista en el Festival Internacional de la Imagen organizado por la Universidad de Hidalgo; ese mismo año su trabajo fue seleccionado para representar a México en la Bienal Internacional del Libro de Bratislava. Participó como ponente en la 23rd Biennal Congress de la Sociedad de Investigación Internacional para la Literatura Infantil organizado por la Universidad de York en Toronto, Canadá y en el Primer Congreso Internacional de Fomento a la Lectura en Lenguas Indígenas, celebrado en Oaxaca de Juárez, en 2018.
En 2019 su libro, el Tren-Tikuxi ka, editado por Almadía y escrito por la poeta Nu savi, Nadia López García, fue seleccionado para las bibliotecas de Libros del Rincón y en 2020 recibió mención honorífica con el premio Antonio García Cubas, del INAH; el mismo año se hizo acreedor del primer lugar por diseñar la etiqueta del vino mexicano Cuatro Soles.
En 2021 colaboró con Apple y en 2022 con Google, ha participado con ilustraciones para los libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública. En 2022, junto al periodista Samuel Alastor, incursionó en la realización del video documental “tlaltik- el color de la tierra”, que en 2023 fue ganador del tercer lugar en la categoría documental profesional por la Universidad de Hidalgo, en el marco del Festival Internacional de la Imagen.
Actualmente trabaja para la Secretaría de Cultura Federal como docente del Semillero creativo de ilustración, en Zongolica, y desde ahí trabaja para editoriales y proyectos de índole cultural y social.
Publicado en Diario de Xalapa