La historia de Otello fue escrita a principios del siglo XVII por William Shakespeare, una tragedia sobre un moro al servicio de la República de Venecia y gobernador de Chipre enamorado de Desdémona, cuya vida cambia por las intrigas de Yago, su alférez, un hombre que vive con el resentimiento de no haber sido designado como Capitán.
“Cuando miras la historia de Otello es muy simple: es un hombre que ama a una mujer y el malo que quiere destruir esta relación”, explica el actor Giuseppe Altomare, quien interpretará a Yago en la ópera que presentará cuatro funciones en el Palacio de Bellas Artes a partir de este jueves.
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¿De dónde viene entonces la trascendencia de esta historia que durante siglos ha permanecido vigente? “El impulso de su trama está en la construcción psicológica de toda la historia, así como en la parte musical que no sólo debe soportar esta parte, sino amplificarla”, afirma Altomare refiriéndose al trabajo de Arrigo Boito y la música de Giuseppe Verdi que dieron como resultado esta ópera de cuatro actos estrenada en 1887.
Elizabeth Caballero, actriz encargada de interpretar a Desdémona, considera que uno de los aciertos de esta historia se da porque es atemporal y muy cercana a la problemática propia del humano.
“Lo interesante sobre este drama creado por Shakespeare es la oportunidad de trasladarlo a tu vida diaria, darte cuenta de cómo algo tan minúsculo, una duda tan pequeña en tu cabeza, puede destruirte completamente”, destaca.
Por eso es que realizar este papel es uno de los mayores retos para cualquier actor. “La psicología de este personaje es muy complicada y musicalmente requiere de una gran exigencia; cantar en un gran teatro como el de Bellas Artes implica un nivel muy grande. Para mí, interpretar a este personaje tan difícil dentro del repertorio no sólo de la ópera italiana, sino del mundo, es un sueño hecho realidad”, dice Lorenzo Decaro, solista que personificará a Otello.
El actor no exagera al hablar sobre la complejidad del personaje, sobre todo por el desarrollo psicológico y la interpretación histriónica y vocal que exige. Decaro recuerda que el barítono Silviano Caroli fue guiado por el director Carlos Kleiber sobre la forma de interpretar vocalmente a este personaje.
“El drama es muy grande pero se crea de una forma muy simple. Por eso Kleiber le pidió que adoptara la voz de un jovencito, pues el drama de todo esto nace de la inocencia de un amor absoluto de Otello por su esposa”, detalla el tenor italiano.
Evidentemente la música es parte fundamental para el desarrollo de esta ópera. “ Otello es uno de los trabajos más poderosos en la música de todos los tiempos”, señala el director concertador Gavriel Heine, quien destaca la producción monumental que incluirá a la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes, así como al Coro Infantil Grupo Coral Ágape para estas funciones.
“ Otello es una ópera que implica muchos retos técnicos y artísticos. Puedes hacer óperas en forma modesta y tener éxito, pero con ésta necesitas perfección, todas las circunstancias tienen que encajar: un elenco de primera, un gran coro, una orquesta totalmente capaz de tocar estas notas tan complicadas, el coro de niños tiene que ser genial, la producción tiene que crear la oportunidad para mostrar su potencia, pues de otra forma no funciona. Gracias a Dios esta situación sucede aquí”, añade el director.
La ópera de Otello cuenta también con la dirección escénica del mexicano Luis Miguel Lombana. El espectáculo se presentará el 4, 9 y 11 de julio a las 20 horas y el domingo 7 a las 17 horas.