Doris, la cantante veracruzana, que cumple 45 años de trayectoria musical, estará en el Casino Jalapeño el próximo 11 de febrero a las 20 horas con el programa La hora íntima de Agustín Lara, con el tenor xalapeño Javier Vitela, Luis Rolando García Uscanga, en las narraciones y poemas, dirigidos por Miguel Ángel Delgado y su grupo.
Asimismo espera concretar un show de tango al lado de Hugo Jordán, también en el Casino Jalapeño y retomar el programa La cita con Doris, a través de la plataforma del Instituto Veracruzano de Educación Superior (IVES).
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Todo esto la llena de alegría, puesto que lo que más le ha gustado del canto es la línea que se establece entre el que canta y el que escucha, así como sentir que eres aceptado. “El canto, en algún momento me salvó la vida, pero además me hace sentir aceptada, así como porque ha sido un desahogo para el alma. Lo mejor ha sido poder tener el canto y el teatro como un asidero para vivir bien, feliz”, comparte.
“La suerte de haber podido dedicarme hasta el día de hoy a lo que más amo, es un gran privilegio. Yo con la música y con el canto encontré mi lugar”, asienta al recordar que nada es fácil, que tuvo una situación personal y familiar difícil.
Nacida en Córdoba desde muy pequeña vive en Xalapa hasta que para continuar su carrera se va a los 17 años a la Ciudad de México y regresó a su estado natal a los 45 años, hoy con 59 años de edad, planea seguir haciendo programas musicales de boleros, puesto que hay un público al que le gusta y tiene necesidad de escuchar esta música.
A los 14 años ingresa como cantante a la OUMP
Dora Magdalena Ortiz Barragán inicia a cantar a los 14 años en la Orquesta de Música Popular de la Universidad Veracruzana, pues al ser estudiante de la Escuela Práctica Anexa de la Normal Veracruzana, se integra al coro que el maestro Mateo Oliva formó.
Posteriormente pasa al Canal 4 Mas, donde le invitaron a hacer el programa musical Canta, canta, que conducía junto con Luis Andrés Loya, donde presentaban a artistas veracruzanos.
A los 17 años, Doris gana el Festival de Valores Juveniles de Bacardí y ese mismo año debutó en el Festival OTI. Le contrata la RCA Víctor, con la que graba varios discos, así como con CBS International y Peerless.
Poco después ingresa al teatro musical, pues la fuente de trabajo era en los grandes centros nocturnos de la Ciudad de México, que tenía una espléndida vida nocturna, por lo que a los 18 años ya cantaba en el Morocco del grupo Marrakech, un ambiente difícil para una joven, concede.
Ingresa a los talleres de Artes Escénicas del teatro San Rafael, bajo la conducción de Manolo Fábregas, donde encuentra la puerta a un mundo mágico, pues por aquel entonces llegaron unos empresarios italianos a montar el espectáculo musical Venga toda la gente, que abordaba la vida de San Francisco Asís, donde hacía tres personajes: la virgen, el ángel de la Providencia y el personaje de la Pobreza, una negra de los campos algodoneros, papel por el que gana el premio a la mejor actriz cantante de ese año.
En el teatro musical, Doris encuentra su camino, a través de las obras Todo se vale, con la música de Cole Porter, donde hizo el personaje de Lane y tuvo la oportunidad de interpretar temas maravillosos.
Yo encuentro en el teatro la puerta a un mundo mágico, que además con una vida personal y familiar nada fácil, es para mí un sendero de luz
Continua en el teatro con Enrique Alonso “Cachirulo”, con quien tiene una gran amistad y cariño que le acompañan hasta el día de hoy, pues “fue mi ángel porque con él hice teatro musical de revista por 15 años con obras como Dos tandas por un boleto, La alegría de las tandas y El futuro está pelón, en el tiempo en que Cuauhtémoc Cárdenas ganó la presidencia del país, pero se la adjudicó Carlos Salinas de Gortari.
Esta época la culmina Doris con el musical Chin-chun-chan en el teatro Julio Castillo, pues para entonces ya tenía su programa Boleros y algo más en el canal 11 que estuvo al aire 16 años, pues en éste encuentra un género maravilloso, que le gusta, le llena el alma.
El bolero para ella cobra mucha más importancia que la balada, pues ésta se construye para vender y el bolero nació de la necesidad de un compositor.
“La balada se complicó porque existía un machote de composición para vender, es mucho más difícil el mundo de la balada, pues al ser un mundo tan comercial está más corrompido”, comparte.
Asimismo hizo teatro de atril con el maestro Roberto D´amico con programas musicales de Gonzalo Curiel, Álvaro Carrillo, Agustín Lara, donde compartió crédito con Fernando Cravioto. Además, cada año participaba en el Festival Larista que Sebastián Domínguez hacía en Los Ángeles, California, donde le dieron una estatuilla de bronce y pertenecía al comité organizador. Así como en los Festivales del Bolero, donde Rodrigo le ha dado su lugar a los verdaderos intérpretes.
La cantante veracruzana concluye que dedicarse hasta el día de hoy a lo que más ama, es un gran privilegio, puesto que a través de la música y el canto encontró su lugar.
