Los xoloitzcuintles, los perros-guía del Inframundo que además de enigmáticos son protagonistas de leyendas, tienen temporalmente un espacio en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
En exposición arqueológica única, con la mayoría de los objetos presentados por primera vez, el público puede ver distintas expresiones sobre los perros de la Costa del Golfo.
¿Qué se verá en la exposición arqueológica de xoloitzcuintles en Xalapa?
Los xolos aparecen ante el público mediante ocarinas, figurillas, vasijas, sellos y objetos de distintos tamaños que abarcan al menos 20 siglos y han estado en bodegas del MAX.
Xolos sentados, parados, con llantitas, de enormes vientres o espigadas formas integran una muestra que despierta la curiosidad de chicos y grandes, sobre todo en tiempos en los cuales empieza a haber una mayor sensibilización hacia los perros y su compañía.
Causa especial interés una vitrina en la que una docena xolos rodea a un cráneo y algunos huesos para recordar su relación con la muerte.
En la presentación de la expo “Xoloixcuintles: Los guías del Inframundo” recuerdan que en la antigua Mesoamérica hubo varias razas de perros que fueron domesticados desde hace al menos siete mil años, a partir de especies como lobos y coyotes.
“Además de ser animales domésticos, también estaban relacionados con la mitología y cosmovisión prehispánicas”.
Detallan que “los perros se asociaban con Xólotl, considerado el dios de las cosas duales, anormales o monstruosas, como el ajolote (axólotl), el guajolote (hueyxóloti) y los perros pelones, que por ese motivo eran llamados xoloixcuintlis”.
¿Pero cómo era representado el dios Xólotl? La información compartida indica que mediante el cuerpo de un hombre y cabeza de perro.
“Era el dios de la oscuridad, el inframundo y la muerte, además de ser el hermano gemelo de Quetzalcóatl. Ambos representaban al planeta Venus, uno como la estrella de la mañana y otro como la estrella de la tarde”.
Comparten también que Fray Bernardino de Sahagún escribía que los difuntos debían llevar un perro al más allá, pues solo así podrían atravesar el río Chiconahuapan.
“Por esa razón es frecuente encontrar en los entierros prehispánicos restos de perros o sus figuras elaboradas en barro”, anotan.
Colores del Xolo
Además de lo difundido por el MAX, la leyenda del Xolo menciona que el de color negro no puede llevar a las almas del otro lado del río, porque ya ha llevado a muchas a su destino.
Si es blanco o de color muy claro, tampoco puede hacer el acompañamiento por ser demasiado joven; solo el gris jaspeado puede desempeñar la noble tarea.
Visitas a la exposición de xoloitzcuintles en Xalapa
Coordinada por Azminda Román Nieto, la muestra cuenta con un montaje museográfico a cargo de 21 participantes a un taller impartido por Juan Pérez Morales.
Quien esté interesado en asistir puede hacerlo de 9 a 17 horas. La entrada es libre de costo, lo mismo que a la exposición temporal de obra del artista zacatecano Manuel Felguérez.
Nota publicada en Diario de Xalapa