La temporada navideña está rodeada de color, esto gracias a las decoraciones que se colocan entre las calles y avenidas de las ciudades, los pinos monumentales adornados con esferas y luces, muñecos de nieve, trineos y regalos a gran escala para que chicos y grandes capturen la foto del recuerdo de las festividades.
Pero existe una decoración que para nuestra suerte es originaria de México y le da el toque especial a estas fiestas decembrinas: La auténtica flor de Nochebuena.
Esta hermosa “estrella” roja adorna calles, hogares, jardines, oficinas, entre otros sitios; esta planta es originaria de México y América Central.
Es una flor endémica mexicana que por lo general crece en el sur del país; también se le conoce como: Pastora, flor de pascua, estrella federal, Catalina, flor de Santa Catarina, flor de fuego o bandera.
¿Sabías qué empezó a usarse como parte de las decoraciones navideñas mexicanas a partir del siglo XVII? En Taxco, Guerrero, un grupo de frailes recolectaron flores y las usaron para decorar el camino de una procesión con motivo de las festividades de Navidad, desde entonces es un ícono de la temporada navideña.
¿Cuál es la leyenda de la flor de Nochebuena?
En México hay una enorme tradición que no pasa de moda, son las historias y leyendas de nuestra cultura, así como las hay sobre temas sobrenaturales, hemos traído para ti el origen de nuestra flor de Nochebuena a través de una leyenda llena de magia, sí, la misma que nos regala la Navidad.
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Cuenta la leyenda que en un lejano pueblo habitaban dos hermanos huérfanos: María y Pablo; no eran muy aceptados por los habitantes de aquel pueblito pero ellos disfrutaban vivir allí, su época favorita era la de navidad, misma que les hacía mucha ilusión.
Cierto día convocaron a toda la gente para ofrecer regalos y colocarlos en el nacimiento que representaba la llegada del niño Jesús, algunos pensaron que entre más grande fuera el presente, más grande sería el milagro que recibirían.
María y Pablo también participaron; atravesaron la calle principal de pueblo hasta llegar al nacimiento y notaron que había muchas personas vanidosas y con mirada de desaprobación por el obsequio que ellos llevaban, sin embargo, dejaron el alma en ese detalle para el niño Jesús, una pequeña corona entretejida con ramas y algunas flores que tomaron del campo.
Entre murmureos y risas la gente comenzó a burlarse del regalo de los hermanos huérfanos y maría comenzó a llorar mientras que Pablo secaba sus lágrimas.
Fue entonces cuando ante la vista de todos los presentes la corona comenzó a cambiar de forma, las lágrimas de los niños hicieron que cientos de flores como rubíes y diamantes aparecieran alrededor de todo el nacimiento. La flor de Nochebuena surgió para recordar que el agradecimiento verdadero no importa si es costoso o austero mientras venga de un corazón puro y sincero.