Leyenda de los chaneques: la mitología mexicana prehispánica se hace presente en Veracruz

Dice la leyenda veracruzana que los chaneques pierden el "tonalli" de las personas -espíritu asociado al día de su nacimiento-, si no se recuperaba mediante un ritual la persona corría el riesgo de morir

Xiomara Flores | El Sol de Córdoba

  · lunes 3 de octubre de 2022

Los chaneques son pequeños espíritus traviesos con aspecto de niño que esconden cosas y se le aparecen a las personas/Foto ilustrativa: Xiomara Flores | El Sol de Córdoba

A través de los años cientos de relatos se cuentan en el estado de Veracruz y es que es uno de los sitios con más protagonismo en la historia de nuestro país, sin embargo, no todo está relacionado con los dioses, las criaturas mágicas y apariciones, también los chaneques están presentes.

De generación en generación se han dado a conocer muchas leyendas, específicamente en la zona sur de la entidad, sobre estos pequeños espíritus traviesos con aspecto de niño que esconden cosas, se le aparecen a las personas y en ocasiones la población les pide favores a cambio de dulces o monedas.

¿Qué es un chaneque?

Chaneque, de acuerdo con el idioma Náhuatl significa "los que habitan en lugares peligrosos". Se tiene la creencia de que eran Dioses menores de la mitología mexicana prehispánica y eran los encargados de proteger los bosques, selvas, manantiales, árboles y animales.

Dice la leyenda veracruzana que estos llegan a ser tan traviesos que asustan a la gente haciéndoles perder su “tonalli” espíritu asociado al día de su nacimiento-, el cual tenía que recuperarse mediante un ritual, de lo contrario la persona corría el riesgo de morir.

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El testimonio de aquellos que aseveran haberlos visto alguna vez menciona que los chaneques tienen aspecto de niño, son hiperactivos, esconden cosas a las personas y que saben cómo desorientarte haciéndote creer que estás perdido una vez que te acercas a su territorio pues poseen una magia especial. Por lo que aconsejan que para no ser víctimas de estos seres uses alguna prenda de ropa al revés si tu intención es adentrarte al bosque.

También a su vez hay quienes no creen en las historias y no lo ven diferente a una fantasía o leyenda sin un sustento o pruebas como hoy día se postean en redes sociales como aquellas imágenes de avistamientos, luces extrañas en el cielo y demás.

En Paso del Macho, Veracruz existe un relato popular del profesor Francisco Armengol González:

Revela lo que ha vivido y escuchado referente a los chaneques, seres que han compartido con los humanos desde épocas milenarias, según nuestros ancestros "Desde pequeño escuchaba a los ancianos hablar sobre los chaneques, eran pláticas tan interesantes que no movíamos ni siquiera un dedo, vaya, ni siquiera parpadear, tan atentos estábamos que todos los chiquillos no perdíamos ni siquiera un detalle sobre lo que nos contaban, cuando se terminaba la plática nos decían ‘chamacos cabrones, no anden solos en las calles o en el campo, porque si se apendejan se los llevan y los pierden y para que los encontremos va a estar cabrón’...".

El profesor asevera haberse encontrado con un niño pequeño, bonito, no mayor a un metro de estatura, medio gordito y pelón; “lo curioso era que no tenía cejas y sus ojos un poquito grandes de lo normal” señala que vestía con un pantalón corto y camisa blanca de manga larga.

Supo entonces que se había topado con un chaneque y sin pensarlo dos veces quiso engañarlo con el clásico juego de las escondidas, corriendo a toda velocidad para que éste no lo perdiera como decían que hacían. "Me habían salido los chaneques y no me dejaban pasar, querían que jugará con ellos y les dije que no porque me iban a regañar en mi casa, entonces se me ocurrió decirles que jugáramos a las escondidas y que yo era el que iba a contar y ellos corrieron a esconderse, ahí fue donde me les pelé por el callejón”.

Relata que su mamá supo enseguida que algo malo le había pasado pues de todos sus hermanos era el único que no le tenía miedo a nada hasta esa madrugada.

Actualmente los niños empiezan a reencontrarse con los chaneques, porque personas adultas les han contado que existen, para lograr verlos, dicen, se necesita tener una gran sensibilidad para sentir, percibir y ver a estos seres tan vivarachos desde un punto de vista analítico.