Una serie de cartas anónimas recibidas en la corte papal de Alejandro VI denuncian que Da Vinci "No sólo ha pintado a los Doce discípulos sin su halo de santidad, sino que el propio artista se ha retratado en la sagrada escena dando la espalda a Jesucristo", ¿te habías dado cuenta?
Tras una investigación del escritor Javier Sierra, en el libro “La cena secreta” revela datos sobre una de las obras más importantes del polímata italiano Leonardo da Vinci: La última cena, pintura basada en Juan 13:21, en la cual Jesús anuncia que uno de sus doce discípulos lo traicionará.
Intentando reflejar "los movimientos del alma", da Vinci plasma en el muro de 460 centímetros de alto por 880 centímetros de ancho las diferentes reacciones de los apóstoles, sin embargo, existen curiosas anomalías que el escritor español menciona.
El cuadro fue una petición de Ludovico Sforza para colocarse en el convento dominico de Santa María delle Grazie en Milán, Italia y fue pintada por da Vinci entre los años 1495 y 1498.
¿Qué mensajes oculta la pintura de La Última Cena?
“Los discípulos son en realidad retratos de importantes heterodoxos de su época, y en la mesa, lejos de haberse servido el preceptivo cordero pascual, sólo puede verse algo de pan, sal, naranjas y pescado”.
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Este texto describe cómo le permitieron a Leonardo crear una pintura con un exceso de contradicciones doctrinales como el joven discípulo Juan, quien de acuerdo con el Nuevo Testamento debería apoyar su cabeza en el pecho del Maestro, pero en la pintura parece alejarse de él.
La misma incógnita ha sido viralizada a través de TikTok dónde muchos señalan que ese personaje se trata de María Magdalena. Originalmente, de izquierda a derecha se encuentran: Bartolomé, Santiago el menor, Andrés, Simón, Pedro, Juan y Judas Iscariote; luego de Jesucristo aparecen Tomás, Santiago el mayor, Felipe, Mateo, Judas Tadeo y Simón Zelote.
Pero las dudas sobre una mujer y un bebé en la pintura provocaron un sinnúmero de teorías que harían referencia al “Santo Grial”.
Sin embargo, hasta el momento ningún especialista ha confirmado dicha teoría, hasta la llegada del libro “La cena secreta” que más allá de mostrar la posibilidad de que el sexto discípulo sea una mujer, con apoyo de especialistas en reconocimiento facial lograron en más del 80 por ciento de coincidencia manifestar que Leonardo da Vinci se autorretrató en La Última Cena como si fuera Judas Tadeo, pero dándole la espalda a Jesús. “Cuando termine de leerse esta novela –asegura Javier Sierra–, ya nadie volverá a ver La Última Cena con los mismos ojos”.