El futuro de los artistas en Veracruz es preocupante, coinciden entrevistados, quienes aseguran que además de los recortes a cultura no hay ni voluntad ni visión política de parte de los gobiernos por apostarle en el futuro al tesoro que tienen en este sector, especialmente en Xalapa.
La soprano Paty Ivison enumera como principales problemas el escenario pandémico y que no hay ni siquiera una visión de satisfacer los derechos culturales de las personas, mucho menos de apoyar a artistas o empresas culturales.
También señala la falta de costumbre del público por pagar, la falta de difusión del trabajo y, en la capital del estado, la sobreoferta: “El problema no es la producción sino que siempre son méritos y esfuerzos individuales”. Por otra parte, observa a un sector cultural y artístico poco articulado, “como que cada quien jala agua para su molino tratando de sobrevivir en vez de juntarse y ‘hacer ruido’ para exigir verdaderas estrategias de ‘marketing’ cultural desde las políticas gubernamentales”, expresa.
Lo mencionado lo respalda la actriz Andrea Maliachi, directora del teatro y galería Obra Negra, quien declara que las autoridades de cultura están “cada vez más acartonadas y en una inercia resolutiva y absolutamente caduca de lo que en el 2022 son y pueden ser el arte y la cultura en la sociedad”.
Apunta que cuando se trata de financiamientos continúan con las palabras “apoyos”, “becas”, “donaciones”, como si se tratara “de un asunto de caridad o de hacer el gran favor y no de derechos tanto para los artistas como para la sociedad”.
Por otra parte, señala al gobierno de fomentar el hábito de que el arte es gratis, lo cual no está mal pero, apunta, el artista debe cobrar por su trabajo, de lo contrario, después al público le duele pagar un boleto.
Más allá de las condiciones laborales, sostiene que Veracruz es un estado con una tradición arraigada de la creación y se ha ganado un lugar a nivel nacional e internacional.
El tenor Armando Mora se refiere a Xalapa como una “ciudad clave en la cultura de México”. En cuanto a la ópera, que es su área, habla de Veracruz como un semillero de talentos.
Recuerda que a pesar de los altos costos de producción se ha podido ofrecer espectáculos a bajo costo, con esfuerzos y con apoyo de instituciones privadas, empresarios y, también, en su momento, de Roberto Bravo Garzón.
“Xalapa fue de las primeras ciudades en provincia que tuvo en su acervo este arte y lo pudo ofrecer a bajo costo porque había apoyo de las autoridades de cultura, pero tras el saqueo de las arcas gubernamentales la respuesta siempre es ‘no hay dinero’”, exhibe.
A pesar de todo, indica que la ópera no ha cesado y él empezará a buscar apoyos de la iniciativa privada para continuar con la labor de producción desde su Estudio de Ópera; tiene fe en que en el futuro haya más facilidades para ocupar espacios como el del Teatro del Estado.
En cine, Ricardo Benet, director de Cinematografía de la Universidad Veracruzana, habla del futuro en varios términos. Expone que ante la tecnología se debe cuidar la calidad de las producciones, porque “la cámara no es suficiente”.
“En educación se debe cuidar el aprendizaje con maestros especializados y en exhibición hay que aligerar los trámites y permisos para abrir más espacios, porque hasta para eso hay dificultades. No se ha aprendido nada”, dice para luego celebrar los esfuerzos de Cinema Nahual y Cine Carmela Rey en Xalapa.
Finalmente precisa que la gran apuesta del cine continúa siendo la misma: narrar y conmover, y promete que lo seguirán haciendo, a pesar de las dificultades.
En artes plásticas, Manuel Velázquez ve alentadoras las nuevas formas de hacer arte, gestión cultural y política cultural, pues observa que los nuevos espacios generan sus propios recursos, lo cual les da independencia de la hegemonía del poder público.
En danza contemporánea, Rodrigo Angoitia ve un futuro inmediato incierto por la pandemia en las presentaciones a público, los talleres y los encuentros; por el contrario, asegura que la parte interna del artista se reafirma y, en muchos casos, está favorecida a nivel creativo.
“La parte interior está golpeada pero fuerte. No creo que nadie haya pensado en abortar su compromiso y su voluntad para la escena. Cuando más complicadas están las cosas, más reflexionan los artistas sobre la sobrevivencia del arte y su importancia”, puntualiza.
Nota publicada en Diario de Xalapa