Veracruz, Ver.- Errores en la historia la han catalogado como la mujer que traicionó a su gente, cuando en realidad se trató de una persona preparada, inteligente, que tomó la oportunidad para sobresalir aun siendo esclava y a quien se le debería dar un reconocimiento.
Se trata de la mal nombrada “Malinche”, que en realidad se llamaba Malinalli Tenépatl o Malintzi, una indígena, esclava de Hernán Cortés y que sirvió como su traductora.
De acuerdo con el historiador veracruzano Ricardo Cañas Montalvo, Malinalli nació en Painala, lo que actualmente es el municipio de Oluta, y era hija de un cacique.
Su padre falleció y su madre volvió a casarse, pero el padrastro no quería a la niña y al nacer su hijo varón convenció a la mamá de vender a la pequeña al pueblo comerciante de Xicalango. En medio de ese comercio de gente, años después llegó con el cacique de Tabacoh.
“Cuando Hernán Cortés en abril se enfrenta al cacique de Tabacoh, lo que hoy es Tabasco, en la famosa batalla de Zentla, Cortés vence al cacique y en esas viejas reglas prehispánicas de guerra los vencidos se unen al vencedor y el cacique le regaló 20 mujeres, que repartió con sus capitanes. Ahí surgió un problema: traían un traductor para traducir el maya, pero en este lugar ya no hablaban maya, hablaban otro idioma. Mientras trataban de entender, pasaron las 20 mujeres y una se detuvo, vio que el traductor estaba tratando de traducir al maya y esta muchacha entiende todo y empieza a traducir; esta mujer era la erróneamente llamada Malinche”, explica.
¿Por qué es importante conocer la historia de Malinalli?
Afirma que Malinalli llegó con Hernán Cortés cuando tenía entre 16 a 18 años y al ser producto del comercio de gente yendo de un lado a otro aprendió a hablar varios idiomas, y se trataba de una mujer inteligente y desenvuelta, que supo tomar la oportunidad.
“Las personas que hablan de que Malinalli traicionó a su gente ignoran la historia, desconocen completamente la historia. La esclavitud ha sido prácticamente lo mismo en todos los pueblos del mundo; el esclavo sirve a su amo y lo tiene que obedecer. Malinalli fue esclava y no se puede decir que traicionó a los mexicanos porque no los había. Ella vio el momento de salir adelante; era una persona preparada. Hernán Cortes la tomó para él y aprendió a hablar el castellano en pocas semanas”, señala.
Menciona que cuando Malinalli fue bautizada al cristianismo le pusieron de nombre “Marina” y fue mujer de Cortés hasta que Catalina Suárez, esposa del español, apareció por estas tierras. Malinalli fue dada a uno de los hombres de Cortés, llamado Juan Jaramillo.
Fue una mujer que sufre, porque también sufrió, pero sus acciones la hicieron sobresalir en la historia. Se le debe hasta una disculpa, porque ella no traicionó a nadie; a la que traicionaron fue a ella. Su obligación fue servirle a su amo
¿Cuál es el origen de la palabra malinche?
El historiador insta a leer libros como “Historia verdadera de la conquista de la nueva España” de Bernal Díaz del Castillo y la de “México a través de los siglos” para reivindicar el nombre de Malinalli. Opina que en Veracruz debería haber una estatua de Malinalli.
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Por otra parte, Cañas Montalvo afirmó que sí existió el término “malinche”, sin embargo, nunca se refirió a Malinalli, sino que fue un apodo para Hernán Cortes.
Detalla que el término de malinche significa torcido y así era conocido el español debido a su carácter y a un problema en la pierna izquierda, debido a un accidente al caer de una ventana.
“Casi ningún libro lo dice, pero Hernán Cortés tenía una lesión en la pierna izquierda; él cojeaba. Hernán Cortés era muy faldero y estaba teniendo amoríos con una mujer casada, llegó el marido y Cortés tuvo que escapar por una ventana y al caer se fracturó la pierna, quedó mal. Muy pocos historiadores lo dicen; poco se sabe”, menciona.
Asegura que aunque Cortés se mandó a hacer varias pinturas que omitieron ese detalle en la pierna, en la iglesia de Puebla hay una pintura de Hernán Cortés en la que tiene la pierna chueca.
Nota publicada originalmente en Diario de Xalapa