Ante el cierre por la pandemia del Centro Paralímpico Mexicano de la Conade, el atleta xalapeño Diego López Díaz compartió en entrevista que entrena entre seis y ocho horas diarias en un club particular de la capital del estado, en víspera de su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
De los Juegos, actualmente previstos para efectuarse del 24 de agosto al 5 de septiembre de 2021, fechas no exentas de una carga de incertidumbre ante posible postergación por la contingencia sanitaria, manifestó no pensar en ello.
“Me preparo para seguir dando resultados ante los mejores del mundo. No pienso que sea una carga psicológica y no quiero verla así. No sé si habrá cambios pero la fecha del evento tendrá que llegar y mi meta es estar en la mejor forma posible y tener buenos resultados”, expresó.
El joven deportista detalló que los fines de semana los aprovecha para recibir masajes terapéuticos y, aunque todavía no hay fecha para su regreso a la Ciudad de México, espera sea lo más pronto posible, ya que no es lo mismo entrenar como lo hace ahora, que con un equipo y en un espacio con la infraestructura necesaria.
A pesar de ello, afirmó se acopla a la pandemia de la mejor manera y en compañía de la gente que quiere, con la mentalidad centrada al cien por ciento en un objetivo, Tokio y buenos resultados.
“Un deseo no cambia nada, una decisión lo cambia todo” es la frase que el atleta afirma llevar en la mente y en el corazón desde el inicio de su carrera como deportista de alto rendimiento, más ahora cuando la contingencia sanitaria ha obligado a nuevos cambios y a poner pausa a las competencias.
A sus próximos retos le antecede un 2019 exitoso, año en el cual ganó el Premio Nacional del Deporte, se convirtió en pentacampeón en natación en los Jugos Panamericanos de Lima y ganó cuatro preseas doradas en el Campeonato Mundial de Paranatación-Londres.
A Diego López, tras una cirugía de apéndice, le detectaron a los ocho años la enfermedad crónico degenerativa Charcot Marie Tooth, en ese sentido, opina, hay quienes no ven los cambios de una buena forma, cuando lo principal es entender que la discapacidad a veces solo está en la mente y hay que dominarla.
“Estar en una silla de ruedas te marca, es una limitante, pero no es algo que determine tu vida. Siempre hay que ver lo que nos pasa de la mejor forma, buscar alternativas y adaptarse. Uno vale por lo que es como persona, por cómo se maneja, no por si camina o no”.
Tras reconocer que todos estamos expuestos a presentar una discapacidad en cualquier momento, lanzó un exhorto: “Practiquen deporte y luchen por sus sueños. Las limitaciones nos las ponemos a veces nosotros mismos, incluso sin tener ninguna discapacidad”.