Buscar estrategias que se adecúen a las circunstancias originadas por la pandemia ha sido un reto para los docentes; sin embargo, se ha logrado, ya que ante todo hay compromiso, porque las clases tienen que salir bien o bien, indica Gloria Leticia Rascón Carrasco, docente de preescolar.
La maestra, quien tiene 12 años de servicio y actualmente labora en una escuela en Tolome, Paso de Ovejas, indica que “así como la sociedad cambia día a día, la demanda de los niños también, entonces nosotros como docentes no podemos quedarnos con las estrategias que funcionaron hace 20 años”.
Leer más: Regresan a clases seguros más de 2 mil estudiantes en la UV campus Ixtac
Considera que es la convicción y vocación lo que lleva a los docentes a seguirse actualizando, “siempre estamos viendo qué es lo mejor para nuestra clase, buscar como docentes, como profesionistas, como seres humanos, incluso; si la sociedad va cambiando, también nosotros tenemos que estar al chichazo con todas las estrategias que podamos dominar para tener una excelente praxis para poder construir aprendizajes sólidos en nuestros niños”.
El valor del juego
Rascón Carrasco indica que hay quienes piensan que en preescolar el trabajo de la educadora “es solo jugar”, pero, aunque así fuera, es en el juego donde se construye el aprendizaje.
“En el juego el menor socializa, porque interactúa con sus compañeros; encuentra soluciones, aprende a llegar a acuerdos; aprende a regular sus emociones, a esperar su turno, a respetar, reflexiona, diseña resultados, y te lleva a soluciones que son fascinantes y todo esto que aprende jugando le va a servir para su vida futura”, abunda.
Por tanto, en su trabajo diario busca que las actividades tengan ese componente lúdico que enganche al infante a las actividades que plantea.
“Las mejores actividades, las más amigables, son aquellas que sean divertidas para los niños; a veces a los docentes de preescolar se nos olvida que estamos trabajando con niños pequeños, y trabajan con un sistema estricto, como militarizado, diría yo; a veces la demanda social nos obliga a empezar a alfabetizar, pero se nos olvida que trabajos con niños”.
Sobre la presión de alfabetizar, la docente señala que hay una confusión, pues indica que en el preescolar la función no es enseñar a leer y escribir: “hay muchas mamás que por falta de información piensan que sí y lo exigen y entonces nos encontramos con maestras que lo llevan a cabo, pero un niño de preescolar no está listo a nivel de desarrollo cognitivo para la lectura y la escritura”.
En el preescolar lo que impulsa es el desarrollo de habilidades y capacidades para su formación integral, por ello, explica, el niño debe encontrar las actividades divertidas, que capturen su atención: “En preescolar se hace muy presente el juego simbólico, la actividad lúdica es la herramienta fundamental que usamos los docentes para construir aprendizajes”.
Aún en lo simple, ser la mejor
Para Rascón Carrasco la pandemia le supuso un aprendizaje acelerado de las plataformas y herramientas digitales para poder dar sus clases.
Indica que dado que observó que su grupo no estaba respondiendo al Aprende en casa, decidió conectarse a zoom o meet, pero tomar un pizarrón y ponerse frente a la pantalla fue descartado casi de inmediato, por no ofrecer el dinamismo que buscaba, y además de ello debía considerar que había menores que no podían conectarse para las clases. Fue entonces cuando decidió retomar su estrategia de títeres que tenía antes de la pandemia y hacer sus propios videos educativos.
“Tenía mamás que no contaban con internet ni señal, pero podían ir una vez a la semana al pueblo a descargar tareas y me pedían que se las enviara, pero como docentes no quería atender a unos sí y otros no; para mí la calidad tenía que ser más o menos la misma entre los que vieran la clase en línea y a los demás; entonces pensé en una solución y decidí hacer un video que incluyera la actividad, el objetivo, la forma y tips para los papás”, explica la docente.
Dado que los videos serían enviados por WhatsApp, debió ajustarse a los 2 minutos con 15 segundos que la aplicación le permite enviar, y comenzó a diseñar la estrategia, hacer sus títeres y grabar.
Rascón Carraco cuenta que a lo largo de mi carrera siempre ha incluido la lectura de cuentos, pero un día se dio cuenta “que no era tan mala haciéndolo, y entonces me dije: ‘vamos al paso que sigue’, porque un docente nunca se debe conformar, un docente tiene que ir a más, descubrir todas tus fortalezas y de ahí agarrarse para ser buena, aunque sea en algo simple siempre debes procurar ser mejor y actualizarse”.
Llevo su habilidad para contar cuentos al uso de marionetas, las cuales cuentan una historia apegada al contenido de la clase.
A los niños les llama mucho la atención, y los cuentos fortalece la memoria y estimula la imaginación
Indica que, en este punto de la pandemia con las clases híbridas, su clase en línea, dura aproximadamente una hora—porque es el tiempo que ha visto que los menores prestan atención frente a la pantalla—, incluye videos de YouTube, la actividad donde ellos participan, y por supuesto a los personajes de títeres, como Cata, una niña sorda, y el Lobo bobo.
“Mis niños tienen una clase dinámica, entretenida, siempre que planeo mis clases pienso en lo que a mí como niña me hubiera gustado ver en mi maestra”.
Finalmente recomienda a las familias con menores a dedicarles tiempo de calidad, y en el caso de los pequeños establecer un espacio para la lectura de un cuento.
“Algunas mamás y papás no tienen mucho tiempo por su trabajo, pero se trata de dedicar un momento para leer un cuento, que puede ser antes de dormir, también les aconsejo que les canten canciones, que les dediquen ese tiempecito de calidad”.