El cuerpo humano está integrado por células que forman tejidos y órganos, vinculados entre ellos por una extensa irrigación sanguínea y conexiones nerviosas, conformando así complejos sistemas. Con esta información, entendemos que cada parte del cuerpo, aún con diferencia de tiempo, se entera de lo que sucede en el organismo, un claro ejemplo de comunicación celular.
Con excepción de las neuronas que no se dividen, la gran variedad de células que dan estructura a los tejidos nacen, crecen, se dividen (proliferan) y mueren, lo cual favorece un adecuado balance entre la proliferacion y la muerte celular, útil para mantener la composición de tejidos, la organización de estos en los órganos y el correcto funcionamiento de los sistemas.
- Puedes leer también: Ciencia y Luz | ¿Por qué discriminamos a otros?
No obstante, por causas diversas como acumulación de partículas tóxicas ambientales, abuso de alcohol, drogas o fármacos, infecciones por agentes biológicos recurrentes (virus, bacterias y hongos), presencia de enfermedades crónicas, o malnutrición, las células pueden modificarse internamente y proliferar descontroladamente en los tejidos, como es el caso de las células cancerígenas.
Para comprender esta dinámica celular, revisemos diez pistas de cómo logran las células cancerígenas mantenerse de forma exitosa en el organismo.
Una célula cancerígena…
- Fue una célula normal.
- Conoce a las células vecinas.
- Usa los mismos sistemas de comunicación celular.
- Evita morir.
- Prolifera fácil y rápidamente.
- Engaña al sistema inmunológico.
- Puede mantenerse “silente o inactivada” por años.
- Es dinámica y migra (cambia de sitio en los tejidos).
- Tiene alta tasa de supervivencia.
- No volverá a ser igual a la célula que le dio origen
Seguramente, con el avance del conocimiento científico, y dependiendo del tipo de tumor, o de cáncer del que se trate, este decálogo cambiará. No obstante, lo que no debe cambiar es nuestra estrategia personal para cuidar nuestro organismo. La salud es lo primordial.
*Instituto de Neuroetología, UV y Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, I.P.N.
Publicado originalmente en Diario de Xalapa