Orizaba, Ver.- “No hay evidencia científica que demuestre que el eclipse solar, antes o después, afecta la personalidad del ser humano ni el estado emocional”, sostuvo el psicólogo Sergio Zepahua de Jesús.
En entrevista dijo que sí puede haber una influencia, sobre todo en las personas que tienen creencias tales como que es tiempo de cerrar un ciclo cuando han tenido alguna pérdida y, piensan que pueden iniciar -después del fenómeno natural- un nuevo ciclo.
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Otros, dijo esperan la interposición de la luna entre el sol porque se cargan de nueva energía; otras más, lo relacionan con la llegada de algo nuevo, como el Año Nuevo o con nuevos propósitos y planes, abundó.
Explicó que sí puede modificar de manera conductual algunos aspectos como los rasgos de la personalidad, pero se asocia más con lo que la persona cree, y no como un hecho científico.
“Quienes leen cuestiones esotéricas o astrológicas y piensan que el eclipse vendrá a comenzar una nueva era, consideran que trae catástrofes, señales de que se va a terminar el mundo y ocurrirán cosas sobrenaturales; pero esa es su creencia”, añadió.
Subrayó que, desde el aspecto negativo de pensar, sí puede provocar en muchas personas, crisis de ansiedad, pues se predisponen y entran en trastornos depresivos o ansiosos porque tienen la creencia de que los eclipses manifiestan presagios del fin del mundo, ejemplificó.
¿Cuál es la recomendación que hace el psicólogo?
Recomendó a la población no dejarse influenciar por literatura que no tiene una base científica. Hay que ver estos fenómenos como algo natural que se presenta cada determinado tiempo.
Si a las personas les sirve algo como positivo para cerrar un ciclo o para cambiar aspectos de su personalidad o hábitos, es bueno, de lo contrario, causaría mucha afectación.
Nota publicada en El Sol de Orizaba
