En los últimos días, Regina Apodaca Moreno ha tomado notoriedad entre los mexicanos, pues siendo aún estudiante de física diseñó y presentó un modelo a escala del helicóptero explorador de Marte que volará sobre el Planeta Rojo en 2020 para demostrar que es posible hacerlo en otras atmósferas.
El proyecto, que se presentó en un programa de internos en la NASA, será el primer vehículo en despegar y amartizar 10 veces en ese planeta y en cualquier lugar fuera de la Tierra.
La vocación para las ciencias de esta universitaria de 22 años la descubrió uno de sus profesores en la preparatoria, cuando ella había decidido estudiar derecho, relató para El Sol de México. Ocultó a su familia que se inscribió en la Licenciatura de física en la Facultad de Ciencias, pues pensó que no entenderían la profesión científica. Ahora sus familiares, abogados de profesión, están muy entusiasmados y orgullosos con los proyectos de Regina.
Además de investigar el Planeta Rojo, el artefacto que construyó le permitirá titularse y buscar otras áreas de estudio y desarrollo en alguna universidad del mundo: “comenzaré un nuevo camino de posgrado en ingeniería aeroespacial con instrumentación astronómica y estoy metiendo solicitudes a universidades a donde me voy en un año, pues en México aunque ya tenemos tres universidades que ya ofrecen la carrera de ingeniería aeroespacial, me veo en la necesidad de irme a otro país para especializarme”.
Siempre ha creído que salir y conocer cómo se trabaja en otras nacioneses parte del crecimiento humano y de crecer como país.
Compartió muy convencida su amor y lealtad por la UNAM y por nuestro país: “siento que yo tendré más que ofrecerle a México sabiendo qué es lo que hacen en otros países, aprender de sus errores. Las cosas que ellos aprendieron para no cometer esos errores en México. Usar esa experiencia para trabajar aquí y hacer más fuerte la industria aeroespacial mexicana”.
LA BARRERA DEL
GÉNERO EN LA CIENCIA
Al cuestionarla sobre la participación de las mujeres en las ciencias, campo donde abunda el género masculino, Regina Apodaca sostuvo que “es lamentable que no seamos las suficientes, hay mucha cantidad de hombres, pero como sociedad vamos avanzando. Cuando estaba pensando entrar a la Facultad de Ciencias busqué a egresadas de las anteriores generaciones y me dijeron que lo que a ellas se les había hecho más difícil es que fueran pocas mujeres, se sentían incomodas, las trataban menos”.
Esa no ha sido la experiencia de la entusiasta universitaria durante los cuatro años que cursó la Licenciatura en Física, sus profesores siempre la trataron igual que a sus compañeros hombres.
Señala que el problema de que haya pocas mujeres en el desarrollo del campo científico en México es que a las niñas no se les fomenta la curiosidad de ver más allá, mientras que a los niños sí se les da la oportunidad, se les acerca a cursos, se les compran juguetes relacionados con la experimentación.
“A las niñas mexicanas les diría que no se rindan si quieren dedicarse a las ciencias, que muchas veces se encontrarán con gente que las desalentará, pero una vez que rompen la barrera se darán cuenta que detrás hay un mundo que no importa si eres hombre, mujer; ese mundo está abierto a aceptar a mujeres y tenemos mucho que aportar”, señaló.
EL FUTURO DE LA INDUSTRIA AEROESPACIAL
Con la reforma a las telecomunicaciones en México, apenas hace cinco años comenzó operaciones la Agencia Espacial Mexicana (AEM), sin embargo, “la gente de ahí está muy motivada, está buscando abrir oportunidades, fortalecerla para el futuro. Tuve la oportunidad de platicar con ellos, con investigadores de la Agencia Espacial Mexicana e investigadores mexicanos de la NASA en la sede en Estados Unidos. Tuve la primera plática en mi vida sobre el futuro de la industria aeroespacial en México y no sabe lo qué se sintió compartir el mismo sueño: generar la industria aeroespacial mexicana”, explicó la joven.
Para Apodaca, no solo es importante hacer este tipo de proyectos, “sino que al mismo tiempo tenemos que invertir en una industria. Si no les damos la oportunidad a las personas que tienen talento, se nos van a ir en la famosa fuga de cerebros. Hay que encontrar un balance en capacitar e ir creciendo la industria. La convocatoria en la que yo participé es justo una de las iniciativas que tiene la Agencia Espacial Mexicana de entrenar a los mexicanos y crear este tipo de lealtad a México. Si tenemos una agencia fuerte que busca apoyar a los alumnos, éstos retribuirán con su lealtad. Si un mexicano logra tener una posición destacada, que busque llevarse a otros mexicanos a entrenar y haya más historia de éxito de los mexicanos. La ciencia necesita mucha inversión; entre más gente se interese en este sector, el gobierno se sentirá presionado a invertir, así como la iniciativa privada”, sostuvo.