El 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la paz, que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) "se llega a través de la acción".

Dicha acción se debe llevar a cabo para defender y proteger los derechos humanos, así como la dignidad de todos y cada uno de los ciudadanos.

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Desde sus sitios de especialidad, docentes, activistas, representantes de derechos humanos, entre otros, trabajan por la paz y hoy nos brindan sus testimonios.

La educación es clave para el futuro profesional

Estela Viveros Lira, docente con más de 10 años formando a estudiantes del área Humanidades pone en perspectiva el panorama actual de la educación ahora que se generó una polémica con los nuevos libros de texto en nivel básico, cuyo aprendizaje es clave para su futuro profesional.

En entrevista para El Sol de Orizaba señala que las acciones para tener una “cultura de la paz” deben ser reforzadas en las instituciones educativas, pero que siendo realistas mucho lo aprendemos en casa: “Vivir en armonía, con seguridad y serenos; tener la capacidad de tener relaciones sanas que permitan resolver los conflictos a través del diálogo y logrando soluciones”.

Afirma que dentro de la labor docente solo se guía a cada individuo para que dichas acciones que lleven a cabo, el maestro o maestra está en constante preparación para manejar recursos socioemocionales que favorezcan el diálogo constructivo, la solidaridad y la búsqueda de acuerdos que permitan la solución no violenta de conflictos y la convivencia en un marco de respeto a las diferencias, “es decir invitamos a los jóvenes a trabajar en colaboración”.

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Con el paso del tiempo las normas de las instituciones han evolucionado permitiendo que, según indica, se limiten las actitudes negativas llegando así a promover dentro del aula la inclusión, el respeto y la democracia, herramientas esenciales para disminuir dentro de las instituciones educativas el acoso escolar.

La docente de nivel medio superior (Bachillerato) inició su compromiso con la educación hace una década; su enseñanza ha sido principalmente con materias relacionadas a las Ciencias de la Comunicación. Opina que el lenguaje y la comunicación está en todos lados encontrando su lugar con jóvenes de 15 a 18 años desde planteles como la Escuela Bachilleres de Papantla turno vespertino y este año se incorpora a la Escuela de Bachilleres Constitución de 1917.

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Aumento de casos de acoso escolar en Veracruz

Cuestionada sobre los casos de acoso escolar que van en aumento en Veracruz señala que “La clave para erradicar el acoso escolar debe recaer en las tres partes que integran la tríada de la educación: padres, autoridades educativas y alumnos, todos deben participar y sensibilizarse para lograr el respeto entre todos”.

Indica que aunque existan los programas y talleres para sensibilizar y crear conciencia entre los alumnos es inminente la necesidad de continuidad; “es muy esporádico que se presenten dentro de los ciclos escolares, su presencia muchas veces es en respuesta a alguna situación grave de acoso escolar, de violencia, de discriminación; no están de forma preventiva sino como una solución y esto resta la efectividad”.

Como al principio mencionaba la docente Viveros Lira, la cultura de la paz empieza en casa, ahí es donde se educa con valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas y los grupos.

Finalmente, luego de que la Organización de las Naciones Unidas estableciera que la educación era la clave para generar la Paz, señala que en el tema educativo “Se requiere mayor preparación a todos los que integramos las instituciones educativas, prepararnos para reconocer las necesidades socioemocionales de los alumnos; urgen programas, talleres y conferencias permanentes, con personas especializadas pero también que logren tener la atención de los jóvenes, donde podamos poner a su alcance sobre todos los temas que podrían ser violencia, que ellos reconozcan si lo que viven es o no violencia (ya sea en casa, en la pareja, en la escuela) y que a la vez sepan alzar la voz y pedir ayuda”.

El trabajo, acota, es no solo prioridad de las familias, sino también de autoridades, institución educativa y desde luego las y los estudiantes.