Aunque el consumo de gluten parece ser inofensivo, hay quienes suelen ser intolerantes, al grado de sufrir diarrea, fatiga y dolores de cabeza, dice la nutrióloga Nayeli Cruz Garrido.
Para evitar ese tipo de padecimiento, que a la larga puede provocar enfermedad celíaca, recomienda llevar a cabo una dieta balanceada y alejada del sedentarismo.
El gluten es un conjunto de proteínas que se encuentran en las semillas de los cereales, señala. También manifiesta que las causas de esa intolerancia no tienen un origen preciso, pues puede obedecer a factores genéticos o a posibles agentes ambientales.
Una situación similar ocurre con la lactosa y al igual, a quienes la padecen se les recomienda llevar a cabo un dieta sana y actividad física.
A los pacientes que son intolerantes al gluten se les conoce como celíacos, por tener una reacción inmunológica ante su ingesta. La enfermedad celíaca es un trastorno digestivo e inmunitario crónico, a largo plazo, que puede dañar el intestino delgado. "Algunos generan (la intolerancia) a partir de cierta edad, por ejemplo, puede ser desde los 30 años cuando se vuelven intolerantes al gluten", dice.
Intolerancia al gluten y la lactosa puede ser genético
Sin embargo, reitera que hay quienes toda su vida han sido intolerantes al gluten, debido a que su organismo no lo digiere de manera correcta.
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"El gluten está principalmente en los cereales, como el trigo, la cebada y el centeno, aunque hay otros cereales que no tienen gluten, como puede ser la avena, la quinua y el arroz", agrega.
Incluso, estos últimos cereales son recomendados a los pacientes celíacos para disfrutar de una buena dieta. Los síntomas de la intolerancia al gluten se manifiestan primero a través de una inflamación y malestar estomacal y también pueden presentarse entre los 30 y 40 años de edad.
En el caso de los intolerantes a la lactosa, agrega que también hay pacientes que nacen con esa predisposición genética. Sin embargo, señala que a partir de los 30 años suele ocurrir que algunos ya no puedan digerir bien la leche.
Los síntomas de la intolerancia a la lactosa son similares a los del gluten, pues suele haber inflamación, dolor de estómago y diarrea. Para ese tipo de pacientes tampoco hay un tratamiento específico, más que preferir los alimentos deslactosados, precisa la especialista.
Nota publicada originalmente en Diario de Xalapa