Con reducción de presupuesto para Áreas Naturales se perdería el trabajo de conservación: Ambientalista

Existe la posibilidad de que se reduzca el presupuesto y se destine solo un peso por hectárea para la conservación de las Áreas Naturales Protegidas, lo que afectaría a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas

Mayra Figueiras / El Sol de Orizaba

  · viernes 22 de noviembre de 2024

El principal apoyo del Pico de Orizaba era el presupuesto que obtenía a través del Programa de Conservación para el Desarrollo Sustentable/Foto: David Bello / Diario de Xalapa

Orizaba, Ver.- Si el presupuesto que se asigne a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) disminuye o no aumenta, la conservación del Parque Nacional Pico de Orizaba estaría en peligro de perderse, aseveró el biólogo Graciano Illescas Téllez, presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas A. C. (Cima) y, coordinador estatal de la Iniciativa Ambiental Veracruz.

En entrevista, al cuestionarle sobre la posibilidad de que se reduzca el presupuesto y se destine solo un peso por hectárea para la conservación de las Áreas Naturales Protegidas (ANP), expuso que esto afectaría a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), “con gran sacrificio ha hecho el esfuerzo para proteger el Parque Nacional hasta donde le es posible”.

El biólogo recordó que el principal apoyo del Pico de Orizaba era el presupuesto que obtenía a través del Programa de Conservación para el Desarrollo Sustentable (Procoder), que es un fondo pequeño de un millón de pesos anuales o menos y, de los recursos de operación, pero si se reducen se perdería el otro factor importante de conservación como lo son las comunidades, que son las que lideran las acciones encaminadas a la preservación del bosque.

El principal apoyo del Pico de Orizaba era el presupuesto que obtenía a través del Programa de Conservación para el Desarrollo Sustentable/Foto: David Bello / Diario de Xalapa

Y es que dijo el ambientalista, no solo cuentan con el apoyo que les da la Conanp, sino que ellos también invierten, pues ya reconocieron la importancia de la reforestación y de cómo eso en el mediano plazo les puede generar ingresos por el aprovechamiento legal de la madera en los lugares donde está permitido cumpliendo con las regulaciones establecidas.

Ya no se podría luchar contra la tala ilegal

Los esfuerzos de conservación, enfatizó, luchan contra la tala ilegal y las condiciones de marginación que hay en el parque y, limitar más el presupuesto es un incentivo, pero para deterioro del área natural y, la deforestación e incluso los problemas de ingobernabilidad que hay ahí, se pueden hacer más complejos y difícil de atender en el corto plazo, porque es la montaña más alta de todo el país.

El ambientalista destacó que las acciones que hacen también las asociaciones civiles para cuidar este pulmón verde son limitadas, pues el Gobierno Federal anterior los excluyó y se las han tenido que arreglar con sus propios recursos, ya que todos los recursos van directamente a los programas sociales. “No lo veo mal, pero el problema fue que se quitó a los campesinos la asistencia de especialistas”, remarcó.

Señaló que el reto que tiene ahora la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena, -quien ha sido reconocida en el ámbito ambientalista internacional y por sus habilidades diplomáticas-, es no solo lograr mantener ese presupuesto, sino aumentarlo para poder cuidar las ANP.

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“Eso es lo mejor que tiene el país para cuidar la biodiversidad y en general el medio ambiente. Es la estrategia más importante y a la que se debería dar más atención”, resaltó el especialista en medio ambiente.

El principal apoyo del Pico de Orizaba era el presupuesto que obtenía a través del Programa de Conservación para el Desarrollo Sustentable/Foto: David Bello / Diario de Xalapa

El biólogo Illescas Téllez señaló que se han hecho cálculos de las hectáreas que se siembran y de los problemas de tala en el Parque Nacional, que arrojaron que por lo menos 400 hectáreas anuales se dañan por la tala ilegal.

“Lo más complicado de esto es que quienes se dedican a esto lo hacían en las zonas boscosas que se ven a primera vista, pero como ya casi no existen pues hay muchas áreas descubiertas o con vegetación de mediana altitud, es decir, árboles pequeños o juveniles, lo que hacen es irse a las zonas de barrancas, hacia los cauces de cuerpos de agua, hacia las zonas más frágiles que son las cuencas de los ríos, porque es donde quedaban ciertos ejemplares maduros de pino u oyamel, lo que complica todavía más la situación”, concluyó.