Córdoba, Ver.- Ubicada a unas cuadras del corazón de Córdoba, en uno de los barrios más antiguos de la ciudad, la Iglesia de la Rectoría de San Sebastián ha sido una fiel testigo del crecimiento de la ciudad.
Y es que a través de los siglos, este templo católico, ha sido referente de la historia dando el nombre al barrio donde se ubica: el barrio de San Sebastián, donde también se venera la imagen del Santo Niño de las Suertes.
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Construida de cal y canto, en el barrio antiguo del mismo nombre, la Iglesia de San Sebastián es una de las más antiguas de la ciudad, pues fue construida a finales del Siglo XVIII por la comunidad española de aquel entonces.
Se presume que su cúpula de hierro data de finales del Siglo XIX, según explica Irma Becerril Martínez, encargada de monumentos históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
¿Qué elementos sobresalen de la Iglesia de la Rectoría?
La especialista detalla que su construcción se conoce como de una sola nave, por su planta arquitectónica, de su fachada principal, o portada, sobresalen elementos de estilo neoclásico como el frontón, apoyado en intercolumnios de estilo dorico, en su basa y capitel.
Su atrio es pequeño, pero se sabe de importancia, para los usuarios, por estar bien ubicada en la ciudad de Córdoba justo frente al parque Francisco I. Madero, mejor conocido como parque de la Cruz Roja ya que colinda con esta institución.
Destaca el detalle de una imagen de la Virgen en la cima de la cúpula, lo que la hace una verdadera joya arquitectónica, de ahí que también forme parte del catálogo de monumentos históricos de la ciudad.
A lo largo de la historia este templo siempre ha funcionado como centro de culto de la religión católica de los cordobeses, quienes también veneran al Santo Niño de las Suertes, cuya festividad pasó hace un par de meses; en febrero.
Este templo, junto con el de San Antonio de Padua y la Catedral de la Inmaculada Concepción, es de los más antiguos de la ciudad y que a la fecha conservan gran parte de sus detalles arquitectónicos.