Veracruz, Ver.- ¿Alguna vez te imaginaste un gatito como compañero de trabajo? El Palacio Municipal de Veracruz desde hace dos años cuenta con el apoyo emocional de “el Licenciado”.
Se trata de un gatito de alrededor de 6 kilos y de color amarillo con blanco que reside en todos los pasillos del Ayuntamiento; fue llamado “Licenciado” por el mismo personal ya que durante las reuniones de Cabildo ingresa a las salas para acompañar a los empleados.
Autoridades municipales lo vieron llegar -era un gatito de la calle- y permanecer allí por varios días observando el pasar de las personas hasta que fue llevado al veterinario y actualmente está esterilizado, además de que es alimentado por algunos regidores y personal de limpieza como Angélica Gutiérrez.
“Él llegó aquí, es de la calle entonces se le empezó a dar alimento y ya se quedó, la alcaldesa lo mandó a esterilizar y cuando se enferma, pues ya lo llevan también a Protección Animal para que lo atiendan” señala a XEU.
¿Qué hace un animal de apoyo emocional?
En muchas empresas han recurrido a las mascotas de apoyo emocional, un animalito que forma parte del equipo de trabajo y quien te permite una distracción dentro de las labores diarias para ayudar a la concentración y mejorar el desempeño día a día; posiblemente esa sería la finalidad de que “Licenciado” siga en el Ayuntamiento, además de que señalan que se han encariñado mucho con él aunque cuando llegó tenía una herida en el cuello.
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Es muy dócil y se deja acariciar no solo por los trabajadores sino por la población que acude al Palacio, infortunadamente hace poco enfermó de los riñones y tuvo que ser atendido, la causa fue la alimentación que al principio recibía pues pensando que seguía siendo callejero la gente lo alimentaba con cualquier cosa.
Ahora “Güero”, como también lo llaman, tiene su alimento especial “La licenciada de acá arriba le manda su alimento y la señora Andrea de la regiduría séptima también le trae alimento y una servidora” dice Ángélica.
Su dormitorio está bajo las escaleras a la altura del elevador, pero la realidad es que descansa y se pasea por todo el edificio esperando que empleados se acerquen a jugar con él o alimentarlo.