Coscomatepec proviene del vocablo náhuatl Cuezcomatepec, el cual se compone de palabras como cuezcoma, plural de cuezcomatl que se traduce como troje (lugar o espacio para guardar semillas o frutos) que significa cerro y la C que quiere decir en, así unimos todo y tendremos que su significado es “en el Cerro de las Trojes” o “Cerro de la Troje”.
Hoy conocido como Coscomatepec de Bravo, este Pueblo Mágico (incorporado al programa en el 2015) se encuentra a 1.500 metros sobre el nivel del mar, y se ubica al pie del volcán más alto de México, el blanco Pico de Orizaba.
La historia de Coscomatepec de Bravo se remonta a la época prehispánica, ya que el territorio fue ocupado por indígenas totonacos que son originarios del estado vecino de Puebla, los cucutochcas. Información oficial del Gobierno de México menciona que tras la llegada de los conquistadores españoles a esa región, en 1597, fue designada como cabecera, siendo clave para su próximo desarrollo en la ganadería y el comercio.
Para 1813 la localidad fue testigo de la Guerra de Independencia, donde el general Nicolás Bravo y 600 Insurgentes consiguieron la victoria al romper con el sitio que sufrió el pueblo por 33 días, haciendo que saliera rápidamente hacia San Antonio Huatusco y dejando dislocado al ejército realista.
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¿Cuál es la gastronomía de Coscomatepec de Bravo?
Con este breve contexto sobre la relevancia de este Pueblo Mágico, debemos de mencionar que no solo su historia tiene realce en nuestra entidad, sino que su cultura y gastronomía tienen esencia propia para degustar, siendo inevitable hablar del chilatole de frijol con hierba santa o los deliciosos esquimoles con maíz martajado, mollejas, chiles, patas e hígado de pollo, su variedad de moles, barbacoa blanca, tamales de flor de izote y tlatonile, una especie de mole con origen prehispánico.
La parte “salada” de su cocina es exquisita, pero debemos hablar de lo “dulce” que pueden ser sus recetas, las cuales provienen de tradiciones y enseñanzas que han pasado de generación en generación. ¿Conoces las panelitas y porque se llaman así? Sino lo sabes, esto te puede interesar.
Coscomatepec, cobijado por las altas montañas veracruzanas, tiene entre sus dulces típicos el coco y las panelitas, un manjar que proviene de la gran cantidad de cocoteros que abundan en playas de la entidad, además alrededor de México y el Caribe.
Algo muy peculiar y quizás lo más distintivo de este dulce es su forma muy similar al piloncillo, además de que tiene el color de este otro dulce típico en la gastronomía de México, el cual se hace a partir del caldo, jarabe o el jugo no destilado de la caña de azúcar. Aunque el piloncillo se considera un dulce, sirve como base para otros postres que necesita de su sabor y color para hacer saborear a un sinfín de personas. La palabra piloncillo proviene del náhuatl chiancaca que significa “azúcar morena”.
Las panelitas, como mencionamos, se parecen en forma y color al piloncillo, pero no son lo mismo. El dulce típico de Coscomatepec está hecho de coco. ¿Sabías que provienen de la época prehispánica? Se cuenta de boca en boca mediante las recetas tradicionales que estos dulces se cocían en la miel de maguey, misma que es muy espesa, dulce y oscura, pero con el paso del tiempo y las adaptaciones a la receta se cambió este ingrediente por el piloncillo.
¿Cómo se elaboran las panelitas de coco?
Hay quienes le agregan colorantes para cambiar su presentación, pero la receta general consiste en pelar el coco, de preferencia maduro para poder rallarlo. En paralelo se prepara leche y azúcar morena que se verterán en un reciente, si es cazuela mejor, y ahí se mezclan los ingredientes: coco rallado, leche y azúcar morena.
Cuando la leche se evapora, la pasta que se formó se mete en los moldes previamente preparados, mismo que tienen la forma de piloncillo. Cabe destacar que hay quienes sustituyen el azúcar morena por piloncillo, incluso hay otros que agregan ambos para darle mucho más dulzor a este manjar.
Aunque si quieres enamorar a tu paladar debes visitar Coscomatepec y probar la receta tradicional que ha pasado de generación en generación, haciendo que las panelitas de este Pueblo Mágico sean icónicas y parte de su identidad.