Día 89 de enero, un mes que resulta eterno para la mayor parte de la sociedad durante cada inicio de año y que tiene una explicación científica.
No, no estás loco, de cierto modo es normal que despiertes durante varios días y todavía no se haya cambiado de mes en el calendario.
Los días transcurren más lentos y un conjunto de emociones se apoderan de la rutina, misma que se vuelve más pesada en los primeros días del año.
Ante la duda del porqué enero dura tanto tiempo, expertos en el tema han llegado a una conclusión que es apoyada por la ciencia.
Las fiestas decembrinas acabaron
El cerebro cuenta con una función de neurotransmisor que se encarga del comportamiento, la actividad motora, la cognición, motivación, sueño, humor y aprendizaje.
Lo que significa que depende de su estado es como se percibe el tiempo, por ejemplo durante las fiestas decembrinas, el tiempo parece ir más rápido de lo normal.
Esto se debe a que la felicidad que ocasionan las celebraciones con amigos o familiares libera una gran cantidad de dopamina, sustancia que se relaciona con la motivación.
Al acabar estos momentos felices, hay que aceptar el regreso a la realidad y retomar la rutina, lo que convierte a los próximos días los más pesados del año.
La ciencia lo confirma
Zhenguang Cai, un especialista en la percepción del tiempo con doctorado en Psicología Experimental, explica que el reiniciar el trabajo luego de unos días de vacaciones durante Navidad, lleve a una sensación de aburrimiento.
Esto se debe a la comparación de las fechas dónde unas se enfocan en las fiestas y otras en los compromisos y responsabilidades laborales.
Si hay falta de motivación, se suma al peso que hace sentir los días de enero muchos más largos y lentos, por lo que el mes parezca eterno.
Además, durante enero no hay puentes o días de descanso, por lo que se convierte aún más aburrido para muchos.
Cuestión de actitud
La situación sobre la percepción del mes de enero, se puede entender al ejemplificarlos con el tiempo de espera en un restaurante.
Si al ingresar al local se te informa que debes esperar 10 minutos para que te asignen una mesa, este transcurso parecerá eterno si llegas con hambre, mal humor y el tiempo contado.
En cambio, si tu actitud es relajada, vas con amigos y pasan por un buen momento, esos mismos 10 minutos se irán en un abrir y cerrar de ojos.
Al llegar enero después de diciembre, las personas comienzan a ser conscientes del tiempo, pues comienzan a pagar las deudas que acumularon durante las festividades.
Por otra parte, este mes es el inicio de nuevas metas, objetivos y propósitos, mismos que al transcurrir los días y aún no cumplirlos, la desmotivación aparece y se convierte en un factor que hace percibir el tiempo de forma más lenta.
El frío no ayuda en estos casos
Al estar en la estación invernal del año, los días parecen ser más cortos al oscurecer más temprano pero eternos al no acabarse a pesar de estar oscuro.
El clima es un factor clave en la percepción del tiempo, ya que al tener dificultades para dejar la cama en las mañanas gracias al frío, la actitud positiva desaparece.
Todo sería mejor si te pudieras quedar en casa, pero sabes que tus obligaciones y deudas no se pueden solucionar solas.
En resumen, todo un conjunto de razones se unen para hacer que el mes de enero parezca no tener fin, ¿será que ya casi llega febrero?
Publicado originalmente en El Sol de Hermosillo