Como seres humanos es normal que experimentemos diversos sentimientos y estados de ánimo; incluso es un rasgo que compartimos con otros seres vivos: la alegría, el enojo y, claro, la tristeza.
Mónica Vásquez Hernández, psicóloga egresada de la Universidad Veracruzana, señala que la causa de la tristeza en las personas puede ser multifactorial, puede ocurrir a cualquier edad y en cualquier época del año. Sin embargo, es necesario identificar cuándo la tristeza que sentimos es normal y cuándo es un foco rojo de algo más serio, como la depresión.
¿Por qué nos sentimos tristes?
La especialista en salud mental explica que la tristeza “es una emoción básica y natural como cualquier otra de las emociones que todos los seres humanos llegamos a experimentar en nuestra vida”.
Indica que no hay que satanizar ni temerle a la tristeza, pues “todos en algún momento estamos propensos a sentirnos tristes como parte natural de nuestro día a día; sin embargo, esta tristeza suele ser esporádica y pasajera”.
Incluso, explica que hay un Trastorno Afectivo Estacional (TAE) que afecta a algunas personas durante la temporada de otoño e invierno; pues es cuando hay menos periodos de sol y las temperaturas son bajas; de lo que se trata, dice, es de mantenerse alerta a los cambios.
¿Cómo diferenciar la tristeza de la depresión?
Vásquez Hernández indica que mientras la tristeza es algo natural y un estado que tiene un periodo de tiempo, es decir, eventualmente termina, la depresión es duradera, pero, ¿cómo diferenciar la tristeza de la depresión?
“La diferencia radica en los niveles de tristeza, como la intensidad y el periodo de duración en la que podemos llegar a experimentarla. Con base a esto último que menciono, de la intensidad y el periodo de duración, es cuando empezamos a clasificar si se trata de una depresión y de qué tipo de depresión estamos hablando”, explica.
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Mónica Vázquez agrega que cuando se habla depresión “quienes pueden estar más propensos a tener un trastorno depresivo son personas que tienen antecedentes familiares con diagnósticos de depresión y/o ansiedad, o que se encuentran atravesando algún proceso de duelo”.
¿Qué puede originar tristeza?
La psicóloga explica que la tristeza puede ser generada por estar atravesando un duelo o bien estar concluyendo o iniciando una etapa de nuestra vida.
Abunda en que un duelo también “es algo natural que todos los seres humanos vivimos en muchas etapas de nuestra vida; hay distintos tipos de duelo, ninguno más importante que otro”.
“También es importante mencionar que los duelos no solamente tratan sobre la muerte de un ser querido, también involucran la culminación de un trabajo, de un proyecto, de una relación de amistad o de pareja; por la pérdida de la salud, por la pérdida de las mascotas; por mudanza o por la conclusión de cualquier etapa en la que nos encontremos”, puntualiza.
¿Cuándo la tristeza debe ser un signo de alarma?
Vásquez Hernández nos dice que hay que aprender a identificar pensamientos de desesperanza, de muerte o suicidio.
Sin embargo, antes de este punto hay otras señales de alarma que uno puede aprender a identificar en uno mismo o en otra persona, amigo o familiar, para actuar de forma preventiva.
“Si notamos alguna otra característica donde nuestro ánimo se encuentre melancólico, irritable o triste, podemos buscar apoyo, ya sea con nuestra red de apoyo, siendo compasivos con nosotros, validando nuestras emociones sin juzgarlas, y buscando apoyo profesional con un psicólogo o psiquiatra”.
Indica que hay que estar atentos a comportamientos como aumento o falta de apetito, dificultad para dormir o dormir demasiado, irritabilidad, aislamiento, llanto recurrente, expresión abierta sobre sentimientos de desmotivación o desesperanza.
Depresión, un problema social en aumento
La especialista señala que las redes sociales, las exigencias laborales y panorama económico complejo influyen en la salud mental de las personas.
“Considero que la falta de conciencia y contacto con nuestra propia esencia, cuerpo y entorno, aunado a la falta de información y capacitación sobre las nuevas tecnologías, en cualquier etapa del desarrollo, tanto en la infancia, adolescencia incluso en la adultez, llegan a influir en un aumento de la población que presenta síntomas de depresión”, indica.
Ahonda en que aun siendo adultos “no sabemos utilizar adecuadamente las tecnologías ni sabemos cómo responder al bombardeo de información al que nos encontramos día a día; además, las exigencias sistemáticas laborales y económicas a las que nos encontramos actualmente, también derivan en depresión”.
Comparte que incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un pronunciamiento sobre la importancia de concientizarnos sobre el tema de la depresión, debido a que para el 2030 la depresión podría ser la principal causa de discapacidad en nuestra sociedad.
Aprender a poner límites y acuerdos, vital para la salud mental
Mónica Vázquez nos comparte que es necesario orientarse sobre qué herramientas emocionales se pueden adquirir y aplicar en nuestro día a día para aprender a gestionar positivamente nuestras emociones.
“No es necesario llegar a un extremo o a una situación crítica para capacitarnos en una adecuada gestión de nuestras emociones, en nuestra comunicación, en nuestros límites, acuerdos y negociación adecuadas para poder coexistir con uno mismo y con los demás”.
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Y añade: “Es importante mantenernos abiertos para el aprendizaje, sin importar la etapa o la edad en la que nos encontremos, ya que esto nos permitirá reeducarnos y crear nuevas estrategias para no repetir patrones que nos perjudiquen y poder tener una salud mental óptima”.
Agrega que es necesario tomar conciencia sobre la importancia de la salud mental y de aprender herramientas que nos ayuden a atravesar ciertos procesos tensos alrededor de nuestra vida de una forma más efectiva.
“Generalmente como sociedad estamos muy acostumbrados a reprimir, a no hablar sobre cómo nos sentimos, a ignorar las señales físicas que nos presenta nuestro cuerpo y que muchas veces están ligadas a nuestra salud mental”, puntualiza.
Mónica Vásquez Hernández llama a animarse a buscar ayuda profesional para emprender un camino de autoconocimiento para tener una vida con una salud mental óptima. Para quien desee consultarla, de forma presencial o virtual, comparte el número telefónico 22 95 06 11 62 para agendar una cita.
