Córdoba, Ver. Lustradores de calzado del parque 21 de Mayo, señalan que el nombramiento de Pueblo Mágico para Córdoba si atrae turistas, y ellos han tenido que estudiar historia para ser guías de quienes visitan la ciudad señaló Lucina Vega, quien desde hace 12 años trabaja en esta plaza como bolera.
La historia de Lucina en el oficio de lustrar zapatos
Menciona que la necesidad la hizo aprender el oficio cuando tenía 38 años de edad, el horario de trabajo ella lo fija, de las 9 de la mañana a las 7 de la noche todos los días.
"No sabía nada del oficio, poco a poco me fueron enseñando y mis compañeras me ayudaron y acá seguimos", refiere.
Su silla al igual que la de sus compañeros fue habilitada con una lona que tiene la historia de algún lugar de la ciudad; el parque 21 de Mayo, el Palacio, los Tratados de Córdoba, la Catedral, entre otros.
Para la entrevistada, ser bolera es un oficio hermoso que le da de comer y le gusta porque trata con mucha gente, pero además la obligó a aprender la historia de la ciudad.
"La gente llega y te pregunta qué puede visitar, dónde ir, cómo llegar, y pues uno le va diciendo porque pues nos conviene que lleguen más turistas, yo creo que llega mucha gente y más desde que nos nombraron Pueblo Mágico", explica.
En este lugar son 10 betuneros que todos los días colocan su silla, sacan sus cajones de bolear con sus herramientas, ponen un periódico, revistas y platican si es que el cliente quiere hablar, sino únicamente hacen su trabajo.
La mayoría son personas adultas, no hay jóvenes que se interesen en este oficio pues consideran que ganan muy poco.
Por boleada cobran 20 o 25 pesos, como todo hay días buenos como los soleados y los de lluvia que son malos porque la gente no lustra sus zapatos, pero no se rinden, llegan todos los días.
Para Lucina, lo mejor de Córdoba es su comida, la atención y calidez de la gente, su historia y su café, con eso basta para que lleguen visitantes y se enamoren de la ciudad de los 30 Caballeros.