Puente del Toro en Orizaba ¿Cómo lucía al momento de su construcción? FOTO

Este puente fue construido en su totalidad de fierro, sobre cuatro elevadas bases de cemento y piedra, con 71 metros de longitud y cerca de 6 metros de ancho

Edgar Reyes / El Sol de Orizaba

  · martes 23 de abril de 2024

Los creadores del puente decidieron llamarlo Puente del Toro, debido a su cercanía con la calle Oriente 16, que en aquellos años era conocida como “Calle del Paso del Toro” / Mayra Figueiras | El Sol de Orizaba

Orizaba, Ver.- Bien dicen las abuelas al exponer que “las cosas ya no son como antes” y es que la humanidad ha tenido pasos agigantados en el tema de desarrollo de infraestructura en las ciudades, obras que promueven el desarrollo y mejoran las comunicaciones entre poblados.

En México con la implementación de la red de alumbrado público, caminos, puentes y vías del tren llegó poco a poco la modernidad, pero pocos fueron los municipios o localidades que lograron acceder a estos beneficios, durante la época colonial.

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Y es que a la fecha existen regiones en el país donde los accesos son complicados y mucho menos tienen servicios básicos como lo es el alumbrado público o la red de agua potable.

Pero bueno en el caso de Orizaba, desde sus inicios se distinguió por ser una región que siempre ha estado en el ojo de los gobernantes, ya que por su situación geográfica siempre ha sido un paso importante para conectar al centro con el sureste mexicano.

Basta recordar el ahora pueblo mágico llegó a formar parte de la ruta del “Camino Real”, que era una ruta que conectaba a la Ciudad de México con Veracruz, pasando por Orizaba, Córdoba, Xalapa, Perote y el puerto de Veracruz.

Durante este periodo el gobierno de México promovió la construcción de caminos, y sobre todo la conectividad del tren a través de puentes y túneles que atravesaban montañas para hacer más rápido el traslado de pasajeros y mercancías.

Pero en el caso de Orizaba se destaca una obra en particular que la tenemos a simple vista pero que en la actualidad es poco valorada, se trata del Puente del Toro.

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Y es que los ingenieros de esa época y encargados de diseñar los tramos del tren que conectarían al puerto de Veracruz con la ciudad de México no tendrían un trabajo fácil, ya que el reto era pasar por debajo de montañas a través de túneles, así como brincar grandes barrancos en Orizaba y Metlac, esto con el diseño y construcción de puentes que soportaran el paso del tren.

Es por ello que una de estas magnas obras de gran asombro para la época y que a la fecha sigue en pie es precisamente el Puente del Toro, obra que fue construida en el año de 1857, para pasar sobre el río Orizaba y saltar un barranco de más de 100 metros de extensión.

¿Por qué se le llamó Puente del Toro?

Los creadores del puente decidieron llamarlo Puente del Toro, debido a su cercanía con la calle Oriente 16, que en aquellos años era conocida como “Calle del Paso del Toro”, ya que por ella los ganaderos caminaban llevando su ganado.

Ahora bien este puente fue construido en su totalidad de fierro, sobre cuatro elevadas bases de cemento y piedra, con 71 metros de longitud y cerca de 6 metros de ancho.

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Debes saber que, estas bases de hormigón y piedra en las que descansan los rieles, tuvieron hasta el año de1986, en su parte superior, una estructura de fierro que se puede apreciar muy bien en antiguas fotografías del Puente del Toro. Cuyos rieles paralelos, descansan sobre 106 gruesos durmientes de madera y hierro, están protegidos por un antiguo barandal metálico.

Desde su construcción la obra ayuda al crecimiento económico de la región, además de ser una importante obra que permitía realizar viajes más cortos.

Sin duda alguna este puente sigue en pie, y es muestra de que antes los trabajos de ingeniería así como los materiales utilizados eran más duraderos, no cómo algunas obras o puentes que se construyen en la actualidad y que inclusive no han resistido y han caído provocando serios accidentes.

Por eso, bien lo decían las abuelas “las cosas ya no son como antes” y cuánta razón tienen.