Orizaba, Ver.-De acuerdo con doctores especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las várices son dilataciones anormales en las venas superficiales, que se pueden ver hinchadas o retorcidas a través de la piel, principalmente en las piernas.
Estos conductos tienen la tarea de devolver la sangre del cuerpo hacia el corazón parta que continúe circulando. En su interior cuenta con válvulas unidireccionales que impiden que el líquido que fluye se estanque con el fin de que se desplace correctamente.
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Además en las piernas el sistema circulatorio lucha contra la gravedad al tener que empujar la sangre hacia arriba, por ello es probable que las válvulas se debiliten y el flujo de retorno resulte afectado, provocando acumulación de sangre en ciertas zonas.
¿Cuáles son los síntomas de las várices en pies y piernas?
Las principales señales de que tienes várices son; pesadez y cansancio, hinchazón en pies y piernas así como presencia de hormigueo y calambres.
Empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo
Es importante mencionar que para muchas personas, las venas varicosas no presentan síntomas y solo son una preocupación cosmética.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar várices?
Uno de los factores que puede provocar tener várices es por herencia genética, es decir si algún familiar las padece lo más seguro es que otras personas de la familia también presenten este problema de salud.
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El tener una edad avanzada es otro de los factores para desarrollar várices, así como el sobre peso y la obesidad, la falta de ejercicio, cambios hormonales (más presente en mujeres), y finalmente el embarazo.
¿Las várices se pueden quitar con cremas o qué tratamientos existen?
El doctor Hugo Laparra Escareño especialista en angiología y académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, comenta que: “Es importante destacar que no existe nada mágico. Los productos milagro, como cremas o pomadas, no tienen ningún beneficio”.
El doctor recomienda siempre es mejor acudir con los profesionales de la salud adecuados como lo son; médicos angiólogos y cirujanos vasculares y endovasculares, los cuales usan instrumentos no invasivos, como el ultrasonido Doppler, para evaluar el sistema venoso, su morfología y el flujo sanguíneo.
Además de que el tratamiento dependerá del estado de evolución en que se encuentren las várices.
Deja en claro que los fármacos que se puedan llegar a recetar será dependiendo de la necesidad de cada paciente. Algunos van dirigidos a mejorar la fuerza de las válvulas para optimizar la circulación; otros disminuyen la inflamación.
“En algunos casos se requiere cirugía, la cual tiene el objetivo de clausurar los conductos que no cumplen su función para redirigir el flujo, usualmente, a los del sistema profundo”.
Explica que la safenectomía es una intervención quirúrgica que se usa para extirpar o ligar la vena safena superficial con una pequeña incisión en la ingle.
Añade que existen métodos térmicos que no requieren de grandes cortes: se realiza un piquete en la vena del tobillo y se va subiendo hasta la ingle, guiados por el ultrasonido, con un alambre (fibra) que en la punta tiene un láser o radiofrecuencia que cauteriza la zona afectada.
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Otra opción es el uso de cianoacrilato (pegamento medicinal), que consiste en introducir una sonda con esa sustancia que ayudará a pegar para degradar la vena elegida. Los avances en la medicina han permitido que los tratamientos sean cada vez menos invasivos y sin necesidad de hospitalización.
Publicado originalmente en El Sol de Orizaba
