Este fenómeno climático se presenta en México y dura 40 días aproximadamente con temperaturas superiores a los 37 grados Celsius, debido a un calentamiento excesivo del aire, cielos despejados y disminución de lluvias.
En este tiempo, las enfermedades gastrointestinales se disparan ya que las altas temperaturas favorecen la contaminación y descomposición de los alimentos, pues los microorganismos crecen más rápido. Asimismo, no tener un manejo correcto e higiénico de los alimentos, aumenta también el riesgo.
Los sectores más vulnerables a contraer este tipo de enfermedad son los menores de 5 años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Los síntomas más comunes son: fiebre, dolor abdominal, náuseas, diarrea, estreñimiento y fatiga.
Autoridades de salud nos hacen las siguientes recomendaciones
•Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño.
•Consumir pescados y mariscos bien cocidos o fritos.
•Lavar con agua y jabón o desinfectar con cloro o plata coloidal las frutas y verduras que se consumen crudas.
•Ingerir abundantes líquidos y asegurarse de que el agua sea desinfectada.
•Consumir los alimentos inmediatamente después de su preparación para evitar su descomposición o conservarlos en refrigeración.
•Evitar la exposición al sol, en especial, durante las horas de mayor radiación, es decir, entre las 11 am y 3 pm.
•Elegir las primeras horas del día para llevar a cabo actividades al aire libre, como deportivas o de tipo cívico en las escuelas.
•Vestir ropa ligera de colores claros y utilizar sombreros o sombrillas para protegerse del sol.