Córdoba, Ver.- En varios países desarrollados se recomienda mantener durante todo el año el horario de invierno por motivos económicos y de salud. El próximo domingo 3 de abril los mexicanos debemos adelantar una hora el reloj para, según autoridades del Gobierno Federal, reducir el consumo de energía eléctrica y aprovechar la luz natural.
En términos psicológicos existen dos señales que avisan al cerebro que tiene que acostarse y dormir: la presión del sueño y el reloj biológico.
¿La luz es un estímulo que regule el sueño?
En entrevista con el psicólogo educativo, Tadeo Rodríguez Barradas se habla del terreno emocional y cómo puede verse afectado con un cambio de hábitos al despertar -la mayoría de los estudiantes y trabajadores- aún sin luz de día. El especialista señala que depende de la persona y si le gusta o no el horario de verano, pues les puede favorecer el hecho de que el sol se oculte pasadas las 19:30 horas.
“Los cambios que se presentan son principalmente en la conducta sola, al ampliarse las horas del día muchos se refuerzan sus distintas actividades ya sea de forma positiva o negativa”. Estudiantes, adultos y trabajadores con jornadas de 8 horas tendrían menos afectación pues el día rinde más para quienes se levanten de madrugada para acudir a sus actividades cotidianas, sin embargo, el psicólogo manifiesta que los adultos mayores tendrían más dificultad de conciliar el sueño, adaptarse al cambio en el horario y generar con prontitud un hábito de alimentación, sus actividades, entre otras cosas debido a su rutina más sedentaria, “a personas mayores que acostumbran estar en su cama desde la 8 de la noche para descansar, evidentemente este cambio no les beneficia ya que, aunque sea poco, sigue habiendo luz del sol. Ahí las emociones se manifestarán según la persona, su comodidad y su conducta”.
¿"Amanece" y "anochece" más tarde?
El hecho de que el sol se manifieste más tarde impacta en el sueño y provoca que las personas deseen estar más tiempo en cama por la costumbre de levantarse hasta ver la luz del sol, con estos cambios en primavera y otoño las conductas de cada individuo se ven afectadas, acota Tadeo.
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Cuestionado sobre la presencia de irritabilidad, somnolencia o alteraciones en el sueño, indica que mientras algunos se “aferran a su almohada” otros comienzan el día con alegría, es por ello que a todos afecta un cambio en cualquier tema, trabajo, relaciones personales o hábitos, no obstante, es importante determinar si este cambio emocional es positivo o negativo pues nadie podría considerase inmune a las afectaciones que generan los cambios en la vida en general.
“De una u otra forma nos impacta y si somos poco tolerantes es probable que estallemos de un momento a otro ya sea en el trabajo, familia, clubes, etcétera”.
¿Cómo afecta a niños y niñas el cambio de horario?
Los menores de edad, principalmente, perciben en mayor grado el cambio de horario, las alteraciones, comenta el especialista, afectan el rendimiento escolar la mayoría de las veces convirtiéndose en un foco rojo en el desarrollo académico del estudiante, aunado a la crisis sanitaria que estamos viviendo por el virus SARS-Cov-2 (Coronavirus). El tema del sueño también se complica ya que su reloj biológico también sufre cambios drásticos al modificar el horario.
Sobre recomendaciones por parte del psicólogo educativo están adaptar una rutina que no precisamente esté enfocada en una hora específica sino buscar un punto en el día que pese a los cambios intermitentes en el horario en nuestro país se puedan seguir realizando de manera automática, un ejemplo es el momento en el que sentimos hambre, el cuerpo pide sus alimentos y no sabe “qué hora es” simplemente sabe que lo necesita, ocurre lo mismo con el sueño y otras actividades de nuestra cotidianidad.
Busquen motivaciones, lo que te empuje a salir de la cama temprano para dar lo mejor de tiTadeo Rodríguez Barradas | psicólogo educativo
"Si te cuesta levantarte emplea trucos como dejar el celular lejos de tu cama para que cuando suene la alarma te veas obligado u obligada a salir de las sábanas para poder apagarla”.
En su punto de vista personal el psicólogo argumenta no encontrar un sentido ‘válido’ a los cambios de horario. “Sí, se dice que es para ahorrar energía, pero según un viejo profesor de electricidad, eso es imposible. Al menos no de esa forma”.
