El presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada, Alejandro Desfassiaux, señala que personas con sobrepeso capturan hasta el 31% de las denuncias presentadas por extorsiones en México. “En enero de 2018, cada hora en promedio, apareció una nueva víctima de extorsión en el país, se trata del delito con mayor crecimiento sólo después del robo”.
Advierte que este delito las víctimas son personas con sobrepeso porque se presuponen características que facilitan tal delito como credulidad, afán de agradar, presentar mayor candidez y menos riesgos de denuncia.
Desfassiaux, explica que la cultura popular presenta a las personas con sobrepeso como cándidas y tendientes a agradar a los otros, por lo que suelen evitar el conflicto, cuestionar y alegar, lo que resulta muy conveniente para quienes ejercen la extorsión.
El especialista, refiere que en cada una de las tipologías de éste delito existe una propensión natural a involucrar a las personas con sobrepeso.
No es fortuito que del total de denuncias de extorsión casi la tercera parte lo ostenten personas con sobrepeso. Este crimen no se ejerce de manera improvisada, existe una preselección de víctimas, por lo que se presupone, que los prospectos con determinadas características son proclives a ser víctimasAlejandro Desfassiaux, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada
Así, en la modalidad de extorsión telefónica o cibernética, se presupone candidez para creer en amenazas, engaños, problemas o actualización de datos personales de las cuentas bancarias, hasta la suplantación de identidades de una página institucional o empresarial.
Mientras que en la práctica conocida como phishing, el gran anzuelo suelen ser personas con kilos de más, pero también se nota que se privilegian este tipo de víctimas en el cobro por derecho de piso o cobro por supuesta protección.
Desfassiaux comenta que la predilección de los delincuentes por determinada fisionomía podría obedecer a las reglas no escritas del bullying escolar donde el sobrepeso es una de las características con las que se seleccionan las víctimas.
“Lo que es un hecho es que vivimos en una sociedad estereotipada donde determinadas características presuponen muchas cosas, pero también es una realidad de que tenemos una población en la que el 60% presenta obesidad”, finaliza Desfassiaux.
