El proyecto de Presupuesto para 2018, presentado por el gobierno mexicano el pasado 8 de septiembre, refleja un aumento moderado de 4.0% en las transferencias federales totales a las entidades federativas, lo cual es un factor crediticio positivo para los estados, consideró Moody’s Investors Service.
La calificadora internacional apuntó que si bien se prevé una disminución de las trasferencias por convenio (etiquetadas para infraestructura principalmente), como sucedió en el anteproyecto de 2017, se espera que las otras trasferencias no etiquetadas o participaciones crezcan en línea con el promedio histórico.
En promedio, las transferencias federales representan alrededor de 90% de los ingresos totales de los estados del país.
Por ello, la firma estima en un análisis que dicho incremento evite parcialmente un aumento en los déficits financieros y de la ajustada liquidez de los estados, especialmente en un año en el que se llevarán a cabo elecciones federales, estatales y municipales.
La agencia evaluadora resaltó que dentro del monto calculado para transferencias, el presupuesto distingue entre los distintos tipos: participaciones (transferencias no etiquetadas) y las aportaciones y otras transferencias por convenio (transferencias etiquetadas).
De acuerdo con el proyecto de Presupuesto, las participaciones incrementarán en 8.6%, en línea con el crecimiento promedio de largo plazo de 8.0 o 9.0%.
El aumento de las participaciones refleja un crecimiento de la economía mexicana de entre 2.0 y 3.0% para 2018, un precio del petróleo de 46 dólares por barril, ligeramente por arriba del presupuestado para 2017 de 43 dólares y una producción de 1.98 millones de barriles por día comparada con la de 1.94 millones en 2017.
Anotó que pese a la estimación moderada de crecimiento, el presupuesto también reconoce que, contrariamente a las expectativas pesimistas observadas al inicio del año como reflejo de la incertidumbre con respecto al TLCAN, los datos económicos muestran un desempeño por arriba del esperado.
