La abogada y grafóloga Maryfer Centeno llamó la atención de los internautas al analizar la última publicación que hizo en redes sociales el fallecido actor y cantante Julián Figueroa, hijo del cantante Joan Sebastian y la actriz Maribel Guardia.
El mensaje de Julián está dedicado a su padre, quien nació un 8 de abril de 1951, aunque en el mundo artístico fue conocido como “El rey del jaripeo” para este joven de 28 años simplemente era un padre y su partida hace 8 años seguía doliendo:
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“Que despacio han pasado 8 años, desde el día de tu partida el tiempo sabe más amargo. Y proclaman las personas el tiempo todo ha de arreglar, pero es una vil mentira cada día duele más y sin temor a herir susceptibilidades… aquí les va, vituperan los fanáticos VIVA EL POETA DEL PUEBLO, pero a mí me importa un bledo SOLO QUIERO A MI PAPÁ”, fue parte del mensaje publicado en su cuenta de Instagram @julian_f.f
Ante ello, la grafóloga comentó en su cuenta de TikTok que no podía creer la noticia de su fallecimiento ni que sus últimas palabras públicas indicaran tanto sufrimiento por parte del joven artista.
“Hay un estudio que dice que cuatro de cada diez personas pueden predecir cuándo se van a ir, desde el punto de vista científico es como si los humanos tuviéramos una intuición” indica Maryfer, motivo por el que generó polémica en redes sociales pues los médicos indican que la muerte de Julián fue debido a un infarto agudo al miocardio y fibrilación ventricular.
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Incluso dice: “Al demonio con los Grammys, con la fama y el dinero, pues mi único deseo es abrazarte… una vez más” y es aquí donde Centeno comenta que fue tan solo un día antes de morir y que sí puede existir una teoría que predecir cuando una persona se puede ir.
¿De qué habla el estudio que comenta Maryfer?
La también abogada, aunque no menciona el nombre de la investigación, indica que la carta de Julián Figueroa a su padre sugiere que el joven estaba atravesando una profunda depresión y que como dice un estudio existe una probabilidad de que presintiera su propia muerte.
No obstante, descubrimientos como el del doctor Christopher Kerr, de la Universidad de Buffalo han comprobado que la mayoría de los enfermos a los que ha tratado en la fase final de la enfermedad y a punto de morir suelen ver a personas que han querido a lo largo de su vida, algunas de las cuales pueden estar muertas.
Es su libro Death is But a Dream: Finding Hope and Meaning at Life's End (La muerte no es más que un sueño: encontrar esperanza y significado al final de la vida) recoge numerosos casos de enfermos que afrontan los últimos días de vida viendo a familiares y amigos que no están físicamente en el hospital.
Otro estudio aprobado es gracias a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) presentando el primer algoritmo que puede predecir muertes repentinas por episodios cardiorrespiratorios.
Se trata de un software desarrollado por ExcelMedical que analiza los datos de pacientes que son monitoreados en hospitales y calcula el riesgo de que padezcan ya sea un ataque al corazón o una falla respiratoria.
