Orizaba, Ver.- La industria de la construcción que hasta hace algunos años generaba empleo para que se sostuvieran por lo menos 22 mil familias en la zona metropolitana, desde Ciudad Mendoza hasta Ixtaczoquitlán, actualmente mantiene con dificultad unos 13 mil o 14 mil empleos pues atraviesa la peor de sus crisis. Muchos de los albañiles que se quedaron sin trabajo emigraron a estados del norte, como Sonora o Sinaloa, en busca de una oportunidad.
René Cruz Camacho, empresario constructor mencionó que el año pasado todavía había mucho movimiento porque no se había vislumbrado el tipo de gobierno que tiene actualmente el país, pero, “desde que inició el gobierno de López Obrador a la industria de la construcción sí le ha afectado seriamente, porque ha estado en dinámicas donde en aras de buscar que haya menos corrupción paró prácticamente toda la inversión pública y no hay ninguna instancia de gobierno que actualmente esté construyendo o remodelando o que por lo menos esté cotizando para en un corto plazo decir que ya hay una reactivación”, aseveró.
Consideró que las actividades y actitudes que ha realizado y tomado el Gobierno Federal están lesionando seriamente a la industria de la construcción, ante ello ha hecho que el particular no invierta en mantenimiento o desarrollo; incluso las fábricas están siendo muy cautas en sus cotizaciones.
“Ahorita hay una gran oferta de trabajadores de la industria de la construcción, el grueso de los albañiles vive en la periferia de Orizaba, los viejos, los maestros sí son de Orizaba, pero los ayudantes y oficiales son de la periferia y se tienen que trasladar en su bicicleta o en el transporte público y también a ellos les resulta muy difícil encontrar trabajo. Generalmente los días lunes se nos acercan para buscar una oportunidad”, resaltó.
Para los constructores, dijo, el panorama es muy simple pues consideran que éste es un año perdido, por lo que tratan de mantenerse con el mínimo de trabajadores y buscando cotizar para ser competitivos, pero en aras de la cantidad de trabajadores y el margen de ganancia del empresario. “Estamos hablando, ya no del 20 o 30 por ciento, sino del 10 por ciento para mantener el giro comercial”, acotó.
Refirió que generar un empleo en México es muy difícil, y lo es mucho más si el inversionista está en una atmósfera donde se lo complican más; pues sencillamente seguirá manteniendo a la población económicamente inactiva dándoles pequeñas dosis de generosidad social, pero a futuro están haciendo que la planta productiva, que ya está establecida, busque otras alternativas.