Orizaba, Ver.- El Cementerio Municipal Juan de la Luz Enríquez, es uno de los atractivos turísticos de Orizaba Pueblo Mágico, pues en él reposan los restos de hombres ilustres, además de que por lo particular y bello de los monumentos de algunas sepulturas atraen la atención tanto de propios como de extraños.
El cementerio, con una antigüedad de 134 años tiene una extensión de 20 hectáreas en las que hay 45 mil 859 lugares, de los cuales están ocupados 38 mil 900, debidamente censados e identificados.
A lo largo de la calzada principal que está bordeada por cipreses se aprecian sepulturas de distinto tipo, tamaño, antigüedad y se identifica por el arreglo si en ella reposa un adulto, joven o niño.
En algunos troncos gruesos de árboles se colocaron imágenes, principalmente de la Virgen de Guadalupe, que siempre están adornadas con flores que generan un ambiente que invita a la oración.
La calzada principal y las calles que dividen en secciones las fosas lucen siempre limpias. En algunas, sobre todo en las más amplias hay pequeños kioscos con bancas donde las personas pueden descansar y degustar los antojitos de los comerciantes de comida que tienen el permiso para vender en ese lugar.
El camposanto resguarda, además de monumentos, sepulturas únicas, un espacio para la oración, un osario, un espacio para las urnas y atractivos como la Piedra del Gigante, un museo de cruces donde se pueden admirar los diferentes tipos de cruces hechas con material diverso, que se rescataron de entre las tumbas más antiguas y se restauraron.
Aunque el panteón permanece abierto durante la mañana y hasta las seis de la tarde, por la noche también se puede visitar, pues hay recorridos nocturnos durante los que personajes de ultratumba pasean junto con los arriesgados, las diferentes áreas del camposanto mientras relatan historias y leyendas de los personajes que ahí descansan.