A los altos precios en abarrotes, verduras, huevos y lácteos, en julio se suman los productos de higiene como el champú y el jabón de tocador. “Llevar la administración de los gastos de la casa ya es un acto de heroísmo”, dice la xalapeña Margarita Olivares Martínez.
De acuerdo con personas encargadas de preparar alimentos, ahora hasta hacer rendir los guisos es difícil, pues antes recurrían a la papa pero el tubérculo se consigue entre los 25 y hasta los 45 pesos, cuando regularmente está entre los productos de menor costo. En el caso del aguacate, por cierre de temporada, el Hass se puede comprar en la capital del estado entre los 95 y hasta los 130 pesos, dependiendo el tamaño. Comerciantes dicen que ya ni siquiera ponen los precios a la vista para que la gente no se espante.
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Exponen que entre julio y agosto continuará la variabilidad de precios de aguacate Hass, sobre todo por tratarse de la temporada conocida como “flor loca”, cuando no existe un estándar en la producción. Lo que prevén para este verano son buenas ventas del aguacate Chiapas, tal y como ha sucedido en años pasados, aunque esta vez el precio por kilo no será menor a los 50 pesos.
Así, en la primera quincena de julio, comprar un aguacate mediano Hass le puede costar entre 25 y 35 pesos, mientras un cono de huevo, con piezas chicas, 75 pesos, y de piezas grandes, entre 88 y hasta 105 pesos.
Los productos de derivados lácteos se mantienen también con altos costos. El kilo de queso fresco se halla en los tianguis xalapeños entre los 90 y 100 pesos; el de hebra, 110 y hasta 130, en tanto en algunos supermercados tipo de queso, empaquetado por marcas comerciales, llega a los 224 pesos.
En el caso de los productos de higiene, de lo que más se quejan los consumidores es de los champús y jabones de tocador: “A mí los de marcas muy chafas me generan caspa y el que compro estaba en 65 pesos y ahora cuesta 103 pesos”, dice una joven compradora.
Los jabones de barra también presentan un precio elevado. Los de 135 gramos no bajan de los 15-20 pesos.
La segunda semana de julio, el pollo tiene una ligera disminución de apenas dos pesos con respecto a la primera semana. Lo que más se vende sigue siendo el hueso, seguido de piernas y muslos; vendedores refieren que los consumidores optan por comprar la pechuga un día después, para que ya como “pollo frío” sea más barato.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los precios de mercancías, alimentos y servicios se aceleraron más de lo esperado durante junio de 2022 y se mantienen los primeros días de julio.
La inflación general subió hasta un 7.99 por ciento, su mayor nivel en los últimos 21 años. Al cierre de junio, el Inegi detalla que el Índice Nacional de Precios al Consumidor registró una variación de 0.84 por ciento con respecto a mayo, cuando alcanzó el 7.65 por ciento.
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En cuanto a los alimentos con el mayor aumento de precio se encuentran la papa, el huevo, las bebidas embotelladas, la cebolla, el aguacate y el pan dulce. Un platillo individual con una ración de filete de pechuga, puré de papa y guacamole alcanza con facilidad los 100 pesos o los rebasa, cantidad con la que viven al día miles de familias en México. La información generada se da en la quinta ola de Covid-19 en México.
Nota publicada en Diario de Xalapa