ORIZABA, Ver., 30 de agosto.- La violencia que flagela a la sociedad, como las desapariciones forzadas, preocupa a la Iglesia Católica, pues causa dolor y sufrimiento a muchas familias, “también a nosotros como iglesia, al ver a quiénes son parte del pueblo de Dios, que acuden con esperanza, a contar lo que viven”, afirmó Diácono Moisés Cordero asesor de la Pastoral Social, quien mencionó que por buscar a sus hijos perdidos, las madres, abandonan todo.
Mencionó que como Iglesia ven la realidad, la asimilan, toman decisiones y algunas medidas; aparte de dar acompañamiento a las familias que atraviesan por situaciones como las desapariciones forzadas.
Hay acciones concretas que vamos realizando, entre ellas, el acompañamiento a víctimas de violencia y cuando digo violencia es en todos los ámbitos
Diácono Moisés Cordero asesor de la Pastoral Social
En la Casa de la Misericordia, la tanatóloga da acompañamiento a las familias que han perdido a una persona o quienes viven un proceso de duelo.
Las madres dejan todo por buscar a sus hijos
Superar la pérdida de un hijo, sobre todo para las mamás, es muy difícil. “En mi experiencia lo que la madre quiere sentir es consuelo. Es un poco triste escuchar que cuando el hijo no aparece, las mamás llegan al extremo de decir, aunque esté muerto, pero regrésenlo; prefiero enterrar yo a mi hijo, tener la seguridad de que está muerto a seguir viviendo con la angustia”, apuntó.
Agregó que hay mamás que llevan años buscando a sus hijos y muchas pierden la vida en el intento. Hay quienes han dedicado su vida a la búsqueda y han dejado a un lado a su familia, su trabajo, se han descuidado, han invertido dinero; “son mamás que se ponen ante la presencia de Dios, pero al mismo tiempo en su desesperación de buscarlos siguen y, cuando les dicen apareció algo, van a lo mejor a reconocerlo”, subrayó.
Puntualizó que es un ambiente difícil, doloroso y a ellos les toca ir acompañándolos, consolándolas y promoviendo la oración. “Lo que nos toca como iglesia es orar, dar acompañamiento en la oración. No gritamos, no reclamamos, no exigimos, pero la misma presencia en las calles y la misma oración va haciendo ruido sobre lo que está pasando y lo que queremos manifestar”, acotó.
Cada primer sábado de mes hay rosario y misa por desaparecidos
Al mismo tiempo se realiza, cada primer sábado de mes, el rosario y la misa por los desaparecidos. “Salimos de catedral rezando el rosario, que es nuestro signo para manifestar lo que está pasando y la preocupación. Es un rosario por la paz, por los desaparecidos y por los enfermos que llega a la iglesia de La Concordia”, apuntó.
En el trayecto, las personas que participan en él muestran en lonas las imágenes o fotos de las personas que han sido desaparecidas o asesinadas.
Es una acción pacífica de la iglesia que se une en la parte que le corresponde, qué es la oración que se sigue promoviendo. Preocupados sí estamos, mensajes ha habidoSeñala el Diácono Moisés Cordero
Reconoció que, así como hay personas que piden apoyo espiritual y acuden al rosario, hay otras personas que no se dan la oportunidad de asistir, lo que es entendible pues la que viven es una situación difícil y a veces prefieren el anonimato o no hacer presencia.
Mujeres, las que más acuden a la oración
Las mujeres de las familias y las mamás son quienes más acuden al rosario, mientras que a la caminata llegan familias, los papás y los hijos, si los tienen. Aunque no sean las mamás, si tienen algún familiar desaparecido también vienen.
El 7 de septiembre se unirán religiosos al rosario y caminata
Destacó que el mes pasado, en el rosario participaron muchos jóvenes, pues muchos de ellos están conscientes de la situación que se vive. Para el siguiente sábado, 7 de septiembre, están invitadas todas las casas religiosas de la diócesis a participar. “Es abierto para quien quiera ir, pero en esta ocasión los religiosos se van a unir para pedir por la paz”, concluyó.