Veracruz, Ver.- Faltas de respeto, incomprensión e intolerancia acompañan la vida de las meseras.
Ellas sirven con amabilidad y una sonrisa, pero reciben malos tratos, groserías y hasta acoso sexual.
Vestidas de blanco y negro de falta o pantalón, las meseras se dedican a atender a los clientes que contratan los servicios de las empresas en las que laboran y aunque se esmeran por dar la mejor atención para recibir una buena propina, su trato se confunde con “coqueteo”.
Algunas han sido humilladas, otras regañadas y algunas más víctimas de acoso por parte de hombres que confunden su trabajo de servicio al cliente.
En diez años de trabajo como mesera, Susana Herrera Flores ha sido víctima de acoso sexual por parte de hombres que han pretendido sobrepasarse, principalmente cuando están bajo los efectos del alcohol.
Explica que su trabajo es dar una buena atención a los clientes, pero ha tenido que soportar situaciones de humillación.
He sufrido muchas veces de acoso, todas las meseras estamos expuestas, sobre todo cuando consumen alcohol, las personas te llegan a faltar al respeto, confunden tu servicio con otra cosa y esto no es así
Lo más lamentable es que en ocasiones a pesar de las quejas, tanto sus compañeros como el capitán de meseres, no les brindan ningún apoyo y al contrario las regañan.
“El capitán nos trae en chinga, se enoja y quiere que soportemos algunas situaciones, realmente ya una vez me paso que el cliente quiso tocarme y aunque me queje lo único que me dijo es que la mesa donde estaba el sujeto la atendería otra persona, no me pareció justo”, comenta, Juana Martínez otra de las meseras.
Guadalupe Ruiz, mesera desde hace cinco meses, comenta que aunque el trabajo se ve muy atractivo por las propinas, hay ocasiones en que solo llegan a juntar 50 pesos por el servicio brindado a más de 50 personas.
“El trabajo es digno y a veces te lo ponen como que además de tu sueldo recibes la propina, pero quiero decirte que hay gente que te da menos de 5 pesos y todavía tragarte corajes porque te topas con muchos clientes muy groseros”, afirma.
Sin embargo, Mario Manuel Cuevas secretario general del sindicato de meseros “Gómez Farías”, asegura que ese tipo de situaciones se dan en los meseros de cuadrilla, es decir esos que no tienen un sindicato que los defienda.
Explica que por cada servicio que se ofrece se firma un contrato para garantizar la seguridad de todos los meseros que se presentan a laboral en tal o cual evento.
“Hasta el momento ninguna de las meseras nos ha informado de que se les falte al respeto, nosotros firmamos contratos con las empresas con las que trabajamos y no ha habido ningún caso porque va un delegado sindical acompañando al personal y auxiliarlo en cualquier situación que se presente”, asegura.
Menciona que en caso de suceder una situación de esta naturaleza como sindicato se daría todo el respaldo necesario.
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Detalla que durante la capacitación que se ofrece al personal se les pide que sean respetuosos, que no utilicen un lenguaje inapropiado, que su vestimenta sea seria y que eviten el exceso de confianza que puede traducirse en un coqueto para no tener problemas.