ORIZABA, Ver.- De acuerdo con estudios, análisis, recorridos en campo, supervisiones directas y académicas, el aceleramiento del cambio climático, las condiciones particulares de la zona de las Altas Montañas y la planicie costera revelan que la extinción total del glaciar de Jamapa sería en un máximo de 9 años, afirmó Ricardo Rodríguez Deméneghi, coordinador del programa Salvemos al Pico de Orizaba.
En entrevista dijo que la pérdida de glaciares es a nivel mundial y se empezó a observar en 1988, cuando el cambio empezó a ser muy acelerado, para los noventa estábamos en alerta; “cuando empezaron a realizarse monitoreos, y la base de estudios, diez años después los estudios revelan que era necesario realizar acciones inmediatas de preservación y reforestación en el volcán".
Fue entonces cuando la FAO de la ONU dijo que era necesario sembrar 20 millones de árboles, cada año, "durante 20 años, para generar un cinturón de humedad que permitiera que las condiciones climatológicas propias del Pico de Orizaba nos dieran mayor preservación del glaciar", detalló.
Señaló que este volcán es la barrera de los vientos del Golfo de México. Cada móntala tiene características, peculiaridades y especificaciones; el Pico tiene una ventaja importante, porque junto con el Cofre de Perote forman la barrera de vientos.
“Todos los días el sol pega en el mar y evapora el agua y convertida en nube llega hasta las montañas, esa es nuestra ventaja, las montañas; porque si tomamos montañas, altitud y pinos en ese momento la nube pega contra la montaña encuentra los pinos y es cuando se hace el cambio térmico y pasa de gaseoso a sólido, de ahí viene el término de fábrica de agua; las hojitas de los pinos que son redondas aceleran la transformación de vapor a agua, un cambio de gas a líquido”.
Resaltó que el estudio que hizo la FAO de sembrar 20 millones de árboles por año durante 20 años, no se ha cumplido y actualmente se observan las consecuencias.
Señala que sus declaraciones las tildan de alarmistas, que miento, pero nadie demuestra lo contrario. “Yo sería muy feliz de públicamente retractarme, decir perdón, me equivoque; tenía razón el funcionario federal, la comisión forestal, pido disculpas, me pego 20 latigazos; pero ellos nada más piensan en el hoy y ahora", expresó.
Aseveró que más a la falta de presupuesto para el cuidado del medio ambiente, que cuyo recorte es muy alto, existe falta de interés de quienes aplican los presupuestos.
“Veinte años atrás Ricardo informaba: hubo un incendio forestal y se quemaron 10 hectáreas y salía el de la Conafor y decía Deméneghi es un mentiroso, se quemó sólo 1 hectárea y ellos presentaban sus informes así; con el cambio de administración de gobierno hay menos ingresos, los analistas financieros ven cómo reparten los recursos, por ejemplo, dan 10 millones de pesos para un área que es incendios forestales que reporta que no tiene pérdidas, reducen el presupuesto y ahora que hay incendios forestales fuertes es una reacción indirecta de los reportes oficiales; dicen me quitaron, porque en términos contables no es necesario, y no aprenden, siguen mintiendo, siguen quedando bien para sus informes, para la autoridad de hoy”, aseveró.
Enfatizó que la tierra no la heredaron los abuelos y padres, la prestan los hijos y nietos, ese es el desarrollo sustentable, dejar a la siguiente generación algo mejor a lo que encontramos y no se está cumpliendo. “El daño es irreversible, más de 200 días de los 365 del año no vamos a tener agua en las casas y apenas empieza la sequía”, acotó.
En el marco del Día Mundial de la Tierra propuso que se establezcan acciones, mecanismos y suma de voluntades para aminorar los efectos del daño al volcán Pico de Orizaba, nuestra fábrica de agua.
Expresó que los incendios forestales, la tala ilegal, el pastoreo y la cancelación de acciones de mitigación, regeneración y reparaciones del Parque Nacional Pico de Orizaba, aunado al aceleramiento de los cambios climáticos permiten dictaminar y, con gran pesar, que solo le quedan nueve años de vida al último gran glaciar Jamapa.
Consideró que la sequía es una emergencia y los incendios forestales son palpables, la falta de agua en los domicilios y los sistemas de tandeo de la misma se han vuelto ya cosa común, “y no nos damos cuenta que el volcán está falleciendo”.
Reveló que más de 2.5 millones de veraruzanos dependen directamente del volcán Pico de Orizaba, como parteaguas rector de la cuenca Jamapa-Cotaxtla y de la cuenca del Papaloapan. “Esto no es político, es una emergencia climática en el Pico de Orizaba”, enfatizó.
Señaló que, en lugar de hacer festejos y actividades por el Día de la Tierra, "ojalá el 1% de los recursos económicos se puedan traducir en jornadas de empleo temporal y acciones solidarias para los habitantes que colindan con el volcán, quienes son los guardianes o los depredadores de esa montaña".
Finalmente, recordó que Salvemos al Pico de Orizaba es un principio de vida para 2.5 millones de habitantes, no milita con ningún partido político, no apoya ninguna causa externa; su único objetivo es tratar de restaurar lo mínimo y máximo posible el volcán Pico de Orizaba, que es la fábrica de agua de Veracruz.
Glaciar ha perdido más del 60 por ciento de su cobertura
En entrevista el investigador aniversario precisó que actualmente, este glaciar ha perdido más del 60 por ciento de su cobertura y que para su conservación se necesitan de acciones globales, nacionales y personales. “Necesitamos detener el calentamiento global, un programa de conservación y reforestación, pero también acciones personales que tienen que ver con la disminución de los consumos de energéticos y agua para mantener un equilibrio a largo plazo”, dijo.
De continuar con la pérdida de superficie y cobertura de hielo que actualmente lleva, al glaciar Jamapa -ubicado en el Pico de Orizaba- le quedan entre 3 a 4 décadas de existencia aseguró Carlos Welsh Rodríguez, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana (UV), quien añadió que esto equivale a la mitad de una vida humana.
En el marco del Día Mundial de la Tierra, el especialista del centro que tiene a su cargo el monitoreo del glaciar Jamapa, apuntó que este está directamente relacionado por los escurrimientos que deja al río del mismo nombre y a partir del cual dependen hídricamente más de 2 millones de veracruzanos que habitan en la zona conurbada Veracruz- Boca del Río. Añadió que, en los últimos siete años, la entidad ha enfrentado la sequía más severa y los años más cálidos y estos registros coinciden con la pérdida tanto del glaciar como del río.
“La disminución de hielo en la montaña, menos escurrimiento, más temperatura y más usuarios hacen que la crisis de agua en la región Veracruz- Boca del Río sea dramática a tal grado de que la Comisión Metropolitana de Agua ha tenido que parar la operación durante varios periodos asociados a la falta de agua que poner en disposición de los pobladores. Estamos hablando de 2 millones de habitantes que necesitan del vital líquido que escurre en el río Jamapa y que está directamente relacionado con el agua del glaciar”.
Welsh Rodríguez dio a conocer que, aunque la reducción de los gases de efecto invernadero que ocasionan el calentamiento global tienen que ser reducidos a nivel mundial para evitar el deshielo hay acciones más locales que se pueden hacer desde el nivel estatal y federal. Precisó por ejemplo que es fundamental recuperar esos grandes árboles que poblaban el Pico de Orizaba mediante campañas de reforestación exitosas.
En ese sentido, añadió que, aunque el estado vecino de Puebla -con quien se comparte el Pico de Orizaba- ha llevado a cabo programas de siembra más continuas y exitosas, del lado de Veracruz no se cuenta con un programa efectivo que incluya no sólo el recurso necesario sino también las especies correctas. “Lamentablemente lo que ha ocurrido es que, mientras que en la vertiente de Puebla las campañas para el macizo forestal han sido bastante efectivas, en Veracruz han sido bastante pobres y tenemos dos parques naturales que han sufrido esto”, concluyó.
Con información de Karla Cancino | Diario de Xalapa