Córdoba, Ver.- Originario de Dolores, Hidalgo, Guanajuato, Don Pedro Bárcenas Ramírez llegó a la ciudad de Córdoba y acompañado de su pedal, una cubeta con agua y barro así como de un torno de madera, da forma a vasijas y jarros que reparte a la ciudadanía que se acerca a admirar su trabajo.
Dijo que su objetivo es que los jóvenes vean el trabajo de los alfareros, tradición que se está perdiendo, por ello, tomó su material y en la esquina de la Avenida 3 y calle 3 puso su “fábrica”, apoyado de su pie y sentado sobre una barra de madera, empieza a pedalear, haciendo que un pedestal gire, en este pone barro y con sus manos empieza a darle forma, “me trajeron a Córdoba a pasearme pero dije que no que mejor iba a ponerme a trabajar”.
Leer más: Fue empleado de la cervecera; ahora fabrica la suya
Y es que desde los 8 años, don Pedro veía como esta tradición laboral pasaba entre las generaciones de su familia, actualmente tiene 67 años y toda su vida ha sido alfarero.
Comentó que en Dolores, Hidalgo existen cerros de diversos barros y aunque él emplea el tradicional esto le da un realce a su labor, misma que fue admirada por los cordobeses quienes asombrados veían como este alfarero en cuestión de minutos realizaba piezas como un jarro, una vasija, un cenicero o un vaso.
Bárcenas Ramírez, mencionó que anteriormente el barro era regalado por los dueños del terreno donde abunda este material, pero ahora este es vendido por tonelada y oscilan aproximadamente en los 3 mil a 6 mil pesos, pero afirmó que depende de la calidad del barro es el precio.
Con su sombrero de palma, su camisa color blanco con bordados en hilo azul marino y su mandil color café, don Pedro dijo que puede sacar varias piezas aproximadamente 8 piezas en cuestión de minutos ,“mi gusto es que se lleven un recuerdo de este viejo alfarero de un oficio que se está acabando artesanalmente y todo por la llegada de la tecnología, las máquinas acaban con la artesanía mexicana”.
Comentó que muchas personas lo regañan al ver que regala su trabajo, pero él les dice que mientras lo vean trabajar con eso es pago suficiente pues no quiere que la alfarería se pierda.
“Si le digo cuanto llegan a pagar las piezas, a veces para mi una sonrisa, un beso o un abrazo de una persona es el mejor pago que un billete de a mil, hay una canción de José Alfredo Jiménez que dice Gracias el dinero no se donde quedo peor el abrazo y el cariño de ustedes nadie me lo quita”.
Son varios artesanos los que estarán exhibiendo piezas de barro, cerámica blanca y talavera esto sobre la avenida 3 a la altura de la Biblioteca Municipal y aunque apenas estaba dándose el permiso para que se pusieran don Pedro quiso aprovechar el tiempo para mostrar lo que su gente y él saben hacer.