Córdoba, Ver.- Saturaciones ambientales y asentamientos de forma riesgosa en zonas susceptibles a la naturaleza son los factores que hacen que existan impactos ambientales y sociales pues la falta de planeación y estrategias ante estos estudios hace que se pongan en riesgo la flora, fauno y sociedad dijo el consultor ambiental, Guillermo Montealegre Quintero.
El entrevistado señaló que los estudios de impacto ambiental son aquellos que prueben no se afectan floras, fauna, ríos o población para poder edificar escuelas, industrias, gasolineras, colonias, unidades habitacionales e inclusive panteones, pero no todas las edificaciones o asentamientos cuentan con estos.
Un ejemplo son aquellas casas o colonias que se construyen cerca de cerros, ríos o barrancos pues cuando la naturaleza “hace de las suyas” puede generar daños no solo materiales sino peor aún pérdidas de vida que pueden evitarse si se realizan estos estudios.
Consultores ambientales, apoyados de ingenieros en el ramo, ingenieros químicos, sociólogos y biotecnólogos son las personas facultadas para realizar estos documentos y estudios donde toman en cuenta, en el caso del estado la Ley de Protección Civil, la de Desarrollo Urbano y la Ley de Ambientales.
Montealegre Quintero dijo que esta práctica consta de 4 fases, preparación del sitio, construcción, ocupación del inmueble realizado y abandono cuando este ya no puede generar quizá materia prima.
Será dependiendo del giro comercial o social que se llegue a poner cuando lo realizado por los especialistas sea procesado y si llega a tener complicaciones o problemas para el medio ambiente, el consultor ambiental dijo que quien perjudica está obligado a tener medidas de mitigación.
Cuestionado sobre el daño que hacen las empresas cañeras al Río Atoyac, expresó que las empresas deben de tener un estudio de impacto ambiental el cual no les está resultando pues dicho afluente está teniendo contaminación y pérdidas marinas como el langostino que de acuerdo con expertos entrevistados en días pasados este camarón acuático puede desaparecer de la zona en unos 5 años.
“Se puede instalar una empresa química, inmuebles e ingenios pero muchas empresas se les pide una planta de tratamiento que funciones cuando van a descargar aguas, pero si pensamos que es un cajón de donde se vierte el agua y allí desaparece”.
Finalmente el entrevistado recalcó la falta de una planta de tratamientos residuales en la zona pues de acuerdo a leyes protectoras del medio ambiente, así como del vital líquido a partir de los 100 mil habitantes, los municipios deben de contar con la misma sino incurren en la ley, pero para la ciudad de Córdoba no ha sido fácil pues se requiere de cantidades económicas altas que bien podrían ser solventadas por los tres niveles de gobierno, es decir el Federal, Estatal y Municipal.