Córdoba, Ver.- Existe disminución de apoyo en cuestión de la donación de tapitas, producto que desde hace tiempo se junta y se vende por kilo y obtener recursos que sirven para comprar insumos para niños con cáncer, dijo Marneli Castillo Bautista, Presidenta de Fundación Miranda.
Al menos un 30 por ciento ha bajado la situación en donación pero en la Fundación se han tratado de mantener y aunque esto se deba a la pandemia del Covid-19 y el miedo de la ciudadanía en salir, Castillo Bautista explicó que los centro de acopio siguen disponibles y uno de ellos son las instalaciones de esta casa editorial ubicada en la calle 9.
Pese a que ha existido falta de medicamentos o retrasos en los mismos esto no es únicamente en la zona pues ya es un tema nacional y los padres de familia ya están viendo dicho caso directamente con el hospital donde se atienden siendo mayoría el Hospital Regional de Río Blanco.
Los padres no nos comentan ya que es cosa de los hospitales pero afortunadamente los 57 niños que ayudamos en la Fundación están bien y es de importancia mencionar que ninguno ha contraído el virus
La presidenta de la Fundación dijo que sigue faltando ayuda de la ciudadanía, pues lo que algunos consideran basura las tapas de refrescos, garrafones, shampoo, yogurt, aguas entre otras, suman para poder llegar a las mil 200 tapas que suman un kilo y que equivalen a 3 pesos.
Enfatizó que aunque la situación económica para las recicladoras ha ido mermando a ellos no les está afectando del todo porque les siguen pagando por el kilo de tapas los 3 pesos, aunque en otros lugares de la región lo pagan entre los 50 centavos a un peso, “gracias a la recicladora nos han mantenido el precio, pero si ha bajado los costos del reciclaje”.
Otra forma de sumar tapitas fue la rifa de una camisa autografiada por el jugador de fútbol Miguel Layún, misma que se sabrá el ganador hoy 15 de septiembre en una transmisión en vivo además de que se publicará el nombre del ganador en las redes sociales de Fundación Miranda.
El contacto con el jugador fue a través de una personas cercana a la Fundación y aunque al principio se planeaba hacer una subasta, la pandemia de Coronavirus impidió esto ocurriera por ello se pensó en rifarla con la dinámica de un kilo un boleto.